Desde que Donald Trump anunció su candidatura a la Presidencia de Estados Unidos, los escándalos acompañaron la novata carrera política del hoy mandatario.
Tomando en cuenta los constantes comentarios despectivos a las minorías estadounidenses, su constante lucha personal con la candidata demócrata, Hillary Clinton, y su peculiar eslogan “Make America great, again” (“Hacer a Estados Unidos grande, de nuevo”), Trump se hizo de varios críticos desde las primarias.
Pocos meses después, el candidato republicano llegó a la Presidencia a pesar de lo que indicaban las encuestas; sin embargo, el panorama que lo ha recibido estos primeros 100 días como ejecutivo de una de las potencias mundiales, no es para nada cercano al que él había planeado.
Antes de ser presidente, Trump fue un magnate estadounidense, situación que lo coloca como el primer mandatario que nunca ha servido en el gobierno o en el Ejército de Estados Unidos.
Llegó a la Casa Blanca por la serie de comentarios extremistas y promesas poco realistas que conquistaron a una gran parte de la ciudadanía estadounidense, pero no a la mayoría.
Su falta de experiencia lo ha dejado mal posicionado en más de una ocasión, pues uno de sus mayores fallos ha sido criticar e intentar solucionar todo desde su cuenta personal de de Twitter. Desde asuntos diplomáticos, hasta su reciente lucha con los medios de información, para cada tema, Trump ha dedicado poco más de 140 caracteres.
Pero eso no es todo. Lo más preocupante ha sido la actitud tan impulsiva que Trump ha mostrado a la hora de tomar decisiones que afectan no sólo a su país, sino a todo el mundo.
Al ser un exitoso hombre de negocios, una de sus principales promesas de campaña fue “recuperar” los puestos de trabajo para los estadounideses. Incluso uno de sus primeros tuits al asumir la Presidencia, fue invitando a la gente a “seguir dos sencillas reglas: comprar estadounidense y alquilar estadounidense” y con esto lograrían “Hacer a Estados Unidos grande, de nuevo”.
De esa postura proteccionista derivan constantes choques diplomáticos y comerciales que Trump ha tenido con países como México y Canadá por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
El asunto con este acuerdo comercial es quizás uno de los temas que han estado más activos durante estos 100 días y todo se debe a las constantes amenazas que el mandatario ha hecho respecto a la salida de Estado Unidos.
Al respecto, Trump dio a conocer mediante otro tuit que “había recibido una llamada del presidente Peña Nieto y el primer ministro, Justin Trudeau” para intentar llegar a una renegociación justa para las tres naciones”.
Otro de los primeros escándalos que crearon controversia en la administración de Trump fue la orden ejecutiva con la que prohibía la entrada de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana.
Sin embargo, la ciudadanía se movilizó para proteger a las personas afectadas, lo que no fue impedimento para que el presidente estadounidense continuara con mensajes islamofóbicos como: “Debemos mantener el ‘mal’ fuera de nuestro país”.
Esta medida la justificó como uno de sus principales movimientos estratégicos en la lucha contra el terrorismo. No obstante, ni el Partido Republicano lo respaldó al 100 por ciento y la orden no se ejecutó debido al bloqueó emitido por un juez de Seattle.
Trump responsabilizó al juez en caso de que “algo pasara” a Estados Unidos.
Otra de las grandes batallas a las que Trump se ha enfrentado en estos primeros 100 días como presidente, es su lucha contra algunos de los principales medios de información a los que él ha calificado como “FAKE NEWS” (“Noticias falsas”) por el hecho de revelar información que ha dañado su imagen del presidente.
El New York Times, NBC News, ABC y CNN son algunas empresas periodísticas a las que Trump se ha enfrentado a través de Twitter e incluso los ha llamado “enemigos de los estadounidenses”.
Todo esto se da porque a través de estas cadenas de televisión y periódicos se ha revelado información que liga al presidente y a algunos de los miembros de su gabinete con Rusia, sumando más presión al supuesto hackeo por parte de la inteligencia rusa en las elecciones de Estados Unidos.
Pese a la evidencia mostrada por los medios, Trump expresó que deberían prohibirles utilizar fuentes anónimas.
Acusar sin probar es algo que parece gustarle al actual presidente de Estados Unidos, quien decidió señalar a la administración del ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de haber grabado sus conversaciones telefónicas.
Por último, otro de los grandes problemas que han girado en los medios desde que Trump llegó a la Presidencia es el tema con Corea del Norte y las constantes amenazas nucleares por parte de ambos países.
La rivalidad con la administración norcoreana ha generado gran tensión que incluso afecta apaíses como Corea del Sur, China y Japón, situación a la que también se ha sumado Rusia.
Pese a haber mostrado una postura rígida en un inicio con China, Trump ha logrado una relación diplomática al retirar sus amenazas comerciales; aunque no ha conseguido que China, que busca una solución pacífica, se sume a su lucha contra Corea del Norte.
Son apenas 100 días de la administración de Trump y son muchos los problemas que ya la afectan. Pese a ellos, Trump continúa con la misma postura de campaña, hablando en público y disfrutando de los aplausos de sus seguidores.