Los jefes de la diplomacia de Estados Unidos y de Rusia, así como los comandantes de los Estados Mayores de sus ejércitos, se reunirán este jueves en su primer encuentro oficial de alto nivel en la administración Trump.

Las citas han generado expectación por la posibilidad de que signifiquen un nuevo comienzo en los nexos entre ambas potencias, luego de que en su campaña por la presidencia, el ahora presidente Donald Trump expresó su deseo de cooperar con Moscú.

Hace ocho años en sus primeros pasos la recién concluida administración Obama manifestó un deseo similar, que terminó en el estancamiento de los vínculos bilaterales.

En la ciudad alemana de Bonn el secretario estadounidense de Estado, Rex Tillerson, se reunirá con el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Sergey Lavrov, en encuentro previo a la cumbre anual del Grupo de los 20 (G20).

Se trata del estreno internacional de Tillerson, ex director ejecutivo de la petrolera Exxon Mobil Corporation, en el cual se verá cara a cara con los cancilleres de dos decenas de países desarrollados y de economías emergentes, la membresía del G20.

En la cita los diplomáticos esperan conocer en la práctica y con detalles el significado concreto de la frase “América Primero” del presidente estadounidense Donald Trump, acotó la BBC.

El estreno internacional de Tillerson se da a ocho años de que en la conferencia de seguridad de Munich, el entonces vicepresidente estadounidense Joe Biden, dijera que era tiempo de “apretar el botón de reestablecimiento” de las relaciones Washington-Moscú.

Ese espíritu permeó buena parte de la administración del recién salido presidente Barack Obama, hasta que la crisis por la península de Crimea, entre otros asuntos, llevó a un nuevo estancamiento de estas relaciones bilaterales.

En Bakú, capital de la capital de Azerbaiyán, se reúnen por su parte el jefe del Estado Mayor conjunto del ejército estadounidense, Joseph Dunford, y el jefe del Estado Mayor ruso, Valeri Gerásimov.

Ambos analizarán el estado actual de las relaciones militares entre los dos países, la comunicación de sus respectivos ejércitos y el establecimiento de mecanismos para evitar errores de cálculo y crisis.

Será la primera cita de militares de alto rango de los dos países desde 2014, cuando Estados Unidos suspendió la cooperación militar con Rusia debido a la crisis en Ucrania que llevó al paso de Crimea de este país a la soberanía rusa.

La actuación de las fuerzas armadas de ambos países en Siria contra el Estado Islámico, aunque de manera separada, llevó a la firma en 2015 de un memorándum de vuelo seguro que fija condiciones de comunicación entre las dos partes, recordó Pravda.

Ambos encuentros se dan en medio de la crisis por la salida del consejero de Seguridad Nacional, Michael Flynn, tras una conversación con el embajador ruso en Washington antes de que tomara posesión de su cargo.

En esa llamada el exfuncionario se refirió a las sanciones que el anterior gobierno estadounidense impuso a Rusia, tras acusar a Moscú de haberse entrometido en el proceso electoral del pasado noviembre.

Previo a esta cita el ministro ruso de Defensa, Sergei Shoigu, señaló este mismo jueves que Moscú está listo para el restablecimiento de la cooperación militar con Washington.

Pero advirtió que si Washington pretende hacerlo desde una posición de fuerza, se tratará de un esfuerzo improductivo, señaló un despacho de la agencia Itar Tass.