Pese a que se esperaba que el presidente Enrique Peña Nieto anunciara medidas contra el gasolinazo, el mandatario se limitó a explicar en un mensaje televisivo algunas de las consecuencias de no liberalizar el precio del combustible y cuestionó: “¿Qué hubieran hecho ustedes?”.
“Sé que hay mucha molestia y enojo por esta situación. Son sentimientos que entiendo y que comprendo”, expresó.
Peña Nieto aseguró que el “ajuste” en el precio de la gasolina no se debe a la Reforma Energética ni a un aumento en los impuestos, sino al incremento en el precio del petróleo en cerca de 60 por ciento. “Se trata de un aumento que viene del exterior, el gobierno no recibirá ni un centavo más de impuestos”.
“Tratar de mantener el precio artificial de las gasolinas nos hubiera obligado a recortar programas sociales, a subir impuestos o a incrementar la deuda del país, poniendo en riesgo la estabilidad de toda la economía”, aseguró.
El titular del Ejecutivo sostuvo que el gasto del gobierno se redujo en casi 190 mil millones de pesos y a la fecha ha tenido que eliminar unas 20 mil plazas laborales, lo que representa una reducción en sueldos y prestaciones de más de 7 mil 700 millones de pesos.
Asimismo, dijo que a partir del primer trimestre de este año se reducirá 10 por ciento la partida de sueldos y salarios de servidores públicos de mando superior de dependencias federales.
El mandatario aseguró que mantener un precio artificial de la gasolina habría significado un gasto adicional de más de 200 mil millones de pesos, equivalentes a paralizar por cuatro meses todos los servicios del Instituto Mexicano del Seguro Social, interrumpir dos años los apoyos de Prospera y suspender tres años el Seguro Popular.
Apuntó que en el sexenio anterior se perdieron millones de pesos subsidiando la gasolina. “Fue dinero que se quemó regalando gasolina, en lugar de invertir en cosas más productivas como sistemas de transporte público, escuelas, universidades y hospitales”.
En vísperas de que Donald Trump tome posesión como presidente, Peña Nieto señaló que un reto pendiente de su gobierno es construir una relación positiva con el nuevo gobierno de Estados Unidos.
“Refrendaremos los sentimientos de amistad del pueblo de México con el pueblo norteamericano y trabajaremos con toda decisión para mantener y fortalecer las relaciones económicas, culturales y familiares entre los dos países”, expresó.