Los pasillos del mercado de Jamaica lucen semivacíos. El barullo de otros años quedó sólo como un rumor. El verde de los arboles ya se ve color café. La venta de pinos navideños en la Ciudad de México concluye el próximo fin de semana, sin embargo a los comerciantes no les fue como en otras temporadas.
Vendedores de árboles de navidad coincidieron que este 2016 fue de los peores en los últimos años en relación a la venta de pinos. Ellos atribuyen esta crisis de temporada al incremento del dólar a 20 pesos, luego que Donald Trump ganara las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Juan Alcántara, comerciante en el Mercado de Jamaica afirma que desde el 18 de noviembre que se instaló la romería de árboles navideños sobre Río Consulado ha habido muy poca gente.
“Está muy jodida la venta, si nos fue muy mal. Yo creo que fue porque el dólar está muy caro y como nosotros vendemos árbol de Oregón (Estados Unidos), pues sí nos afectó”.
En el pasillo donde están los pinos se puede caminar fluido. Nadie estorba. La poca gente que está son los propios vendedores y cargadores. Incluso hay quienes se ‘echan’ una ‘pestañita’ para pasar el rato. Otros leen el periódico sensacionalista o checan las pantallas de sus celulares.
Este es el segundo año que el señor Alcántara vende pinos de navidad en Jamaica y reconoce que el anterior le fue mucho mejor. “No hay comparación”, dice.
“Ya está pasando la temporada y pues si no se vende el árbol este fin de semana se va tener que tirar”.
Hay algunos árboles que ya están muy secos. Incluso los comerciantes optan por quitarles las ramas y pintarlos de gris o blanco. En ocasiones corren con mejor suerte y así es como se vende.
Cristian Valdés, quien trabaja en el Mercado y lleva 10 años participando en la temporada de venta de pinos, coincide en que este 2016 estuvo por debajo del promedio. Asegura que hasta mitad de semana comerciaron sólo el 30 por ciento de la mercancía.
Él también considera que el precio del dólar fue la principal razón de las bajas ventas, pues como el pino es importado, el precio incrementó en un 50 por ciento. Aunado a ello, el espíritu navideño decayó, este año no se siente, agrega.
“La semana pasada fue la semana más alta y aun así estuvieron muy malas las ventas y como este fin de semana será el último, porque ya se está secando, seguramente el domingo remataremos los árboles”.
Su mirada se pierde en las ramas que aun despiden un aroma a bosque. Frunce el ceño y dice “pues ni modo, ya será para el otro año”.
“Las ventas apestan”
También en La Merced y en el mercado de Sonora los comerciantes no están contentos. Hasta se aburren de la poca afluencia de compradores.
“Si nos estuviera yendo bien, no tuviera las patas estiradas como ahorita. Míranos sólo nos queda platicar entre nosotros. Este año las ventas apestan”, indica Monserrat mientras está sentada dentro de su puesto de arreglos navideños en el Mercado de Sonora.
Sin embargo los vendedores de esferas, arreglos, coronas y nacimientos, todavía tienen chance de que la quincena no los desampare y puedan vender este fin y la siguiente semana, a diferencia de los comerciantes de árboles, que su producto ya se hizo viejo.
Este mercado también luce semivacío y los pocos clientes son asediados por los vendedores. “Pásele güerita, llévese su arreglo navideño”.
En La Merced pasa igual, los ‘marchantes’ se quejan de la mala temporada y dicen que este año todo subió de precio.
“Las cosas cada vez están más caras y pues los clientes ya no quieren pagar. Esperemos que con la quincena mejoren la ventas”, señala Humberto Castro, comerciante desde hace 15 años.
