A pesar de que a lo largo del año se logró reducir en un 60 por ciento la clonación de tarjetas de crédito, para la actividad comercial de El Buen Fin, los usuarios pueden ser víctimas de este delito.
El delegado de la Conducef Rafael Vallejo Minutti aseguró que con los nuevos chips de seguridad, la clonación de tarjetas ha bajado de manera considerable toda vez que ya es muy difícil clonar una tarjeta, ante ello lo que ahora hacen los delincuentes es robarla y usarla personalmente.
El delegado de la Condusef recomendó que en caso de que su tarjeta no cuente con el chip de seguridad acudan de inmediato a su banco para que se las cambien y estén mejor protegidos de una clonación.
Precisó que los robos de identidad se están generando sobre todo en centros comerciales, a las afueras de cajeros automáticos y restaurantes donde personas especialistas en fraudes, intercambian tarjetas de crédito con otros cómplices para cometer el delito.
Por ello, el delegado de la Condusef recomendó a los ciudadanos estar muy atentos en evitar dar datos personales a gente sospechosa, evitar pedir ayuda de una persona ajena cuando tienen problemas con su tarjeta dentro de un cajero y también no perder de vista el uso de su tarjeta cuando realicen una compra.
En los últimos años, las pérdidas económicas por fraudes a tarjetahabientes han aumentado de 696 millones de pesos en 2009, a un mil 279 millones de pesos en 2016 con lo que se dejan ver las grandes repercusiones sobre el patrimonio de los usuarios de tarjetas de crédito.
El monto total reclamado por los tarjetahabientes sumó tres mil 565 millones de pesos; mientras que de enero a octubre de 2015, recibió 58 mil 758 solicitudes de aclaración por diversas anomalías relacionadas con las tarjetas de crédito.
Aunado a esto, de acuerdo con el reporte “Consumidores globales: perdiendo la confianza en la batalla contra el fraude”, México ocupa el quinto lugar a nivel mundial en fraudes por tarjetas de crédito.
La Condusef señala que las quejas atribuibles a un presunto fraude se refieren a hechos como el robo o extravío del plástico, clonación de la banda magnética, compras ilícitas realizadas de manera remotas o ventas por teléfono o internet, transferencias electrónicas no reconocidas, robo de identidad o falsificación de datos personales y las prácticas engañosas para obtener datos en cajeros automáticos.
Los presuntos fraudes, se cometieron principalmente a través de las terminales punto de venta con un 68 por ciento y las transacciones realizadas a través de internet, teléfono o banca móvil, con 31 por ciento.