Quienes lucran con el nombre de Martha Erika Alonso, no deben callar que llegó a convertirse en una tirana y cómplice de todo tipo de delitos.
Por eso es inútil defenderla, porque superó a su maestro y esposo: Rafael Moreno Valle.
A diferencia de quienes se han lamido las heridas por haber perdido todo tipo de prebendas y privilegios con Martha Erika Alonso, cabe recordar de qué estaba hecha, para que no la pongan como mártir, porque no lo es.
Lamentablemente Rafael Moreno Valle y su esposa Martha Erika Alonso están muertos y nada ni nadie los puede castigar con todo el peso de la ley que ellos aplicaban contra sus opositores.
Martha Erika se convirtió en delincuente y cómplice de los delitos cometidos por su esposo.
Enumero con pena varios de ellos:
— Martha Erika fue delincuente electoral porque se robó la elección. Su esposo RMV decía a sus allegados: “esta elección (2018), si no la gano, me la robo).
— Martha Erika fue cómplice del abuso de poder de su esposo, quien encarcelaba a quien fuera por tener diferencias o criticar su gobierno.
—- Martha Erika fue cómplice del desvío de recursos en todas las dependencias, del cobro de diezmos y del favoritismo a proveedores durante el corrupto gobierno de su esposo.
—- Martha Erika dejó el DIF quebrado e incurrió en daño patrimonial y desvío de recursos.
No puede ser una mártir quien solapó y encubrió todos los delitos de su esposo. Ella en una ocasión me dijo que Rafael era un tirano y le ponía el pie en el cuello a todos sus colaboradores.
Cuando Martha Erika llegó al poder corrió a todos los que la ayudaron. De ese tamaño era su corazón.
No tuvo la delicadeza de llamarles o decirles personalmente y puso a Franco Rodríguez a correr por teléfono a todos los secretarios.
A mí en lo personal me envió dos mensajes por haber vertido críticas que le incomodaron y porque fustigué a sus títeres que usó en la campaña, lo que me hizo ganarme su furia.
Sin embargo, fui el único que desafió en vida a los Moreno Valle al grado de exhibir en las plataformas del Corporativo Contraparte que Guillermo Pacheco Pulido sería el gobernador interino, cosa que también la enfureció y por la que me mandó diversos mensajes.
La historia ya la juzgará, pero de mártir no tiene nada esta mujer cuyo apellido está envuelto en escándalos de corrupción.
No le podemos cobrar ni reclamar nada, pero sí exhibir que fue cómplice de su multidelincuente esposo y terminó convirtiéndose en una delincuente.