El Observatorio para la Inserción Laboral y Fortalecimiento de la Empleabilidad en Países de la Alianza del Pacífico, Emple-AP, es un instrumento que contribuye a mejorar significativamente los índices de empleabilidad y la incorporación al trabajo de egresados de las instituciones de educación superior de las naciones integradas en esa área, expresó el Rector Alfonso Esparza Ortiz.
Durante el Primer Congreso Internacional en Empleabilidad y Mercado Laboral de la Alianza del Pacífico: La Importancia de la Integración, en el Complejo Cultural Universitario de la BUAP, explicó que en este se exploran las perspectivas y los retos de uno de los temas que más preocupa a las naciones de la zona y que mayores desafíos plantean para las nuevas generaciones.
Acompañado de Alexis Adamy Ortiz Morales, director del Centro de Relaciones Interinstitucionales de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, de Bogotá, Colombia; Humberto Concepción Llempén Coronel, rector de la Universidad César Vallejo, de Perú; y Odorico Mora Carreón, director General de Desarrollo Internacional de la BUAP, Esparza Ortiz destacó que el congreso es un espacio de cooperación y difusión del conocimiento en el marco del observatorio Emple-AP, del programa Erasmus de la Unión Europea.
Agregó que este realiza un monitoreo y análisis permanente de las necesidades y características del mercado laboral, y la construcción de políticas nacionales que contribuyan a la creación de una oferta de formación pertinente y fortalecimiento de los programas académicos de las instituciones de educación superior de los países participantes.
El Rector de la BUAP recordó que desde 2017, cuando se aprobó el acuerdo de la empleabilidad juvenil en dicha región, se han ofrecido más de 25 mil oportunidades de desarrollo profesional en Chile, Colombia, México y Perú. Aunado a ello, en junio pasado, durante el Encuentro de Jóvenes de la Alianza del Pacífico, celebrada en México, 78 empresas se comprometieron a ofrecer el primer empleo a 35 mil personas de la región e impulsar la educación dual para mejorar competencias y capacidades para promover su competitividad laboral. No obstante, añadió, “sabemos que es necesario ampliar la cooperación para que dispongan de herramientas que les permitan conseguir un trabajo digno y de calidad”.
En su intervención, Alexis Adamy Ortiz Morales, coordinador general de emple-ap, aseguró que para la Universidad Distrital Francisco José de Caldas es un gran honor ser la institución coordinadora de este proyecto de cooperación internacional financiado por la Unión Europea.
“Se asume el reto para desarrollar las acciones a través de ocho paquetes de trabajo con el apoyo integral de todos los socios del proyecto, con el fin de lograr la creación del Observatorio Laboral Regional de la Alianza del Pacífico, que permitirá realizar el diseño e implementación de las estrategias de empleabilidad en las instituciones latinoamericanas, con un seguimiento y monitoreo de los avances y resultados de este importante proyecto”, agregó.
Ortiz Morales señaló también que hay un nuevo escenario que representa ese otro gran reto que es la movilidad laboral, ya que, según lo proyectado por la UNESCO, en el año 2020 empezará a funcionar la Convención Mundial sobre el reconocimiento de cualificaciones relativas a educación superior, que comenzaría a operar en febrero de 2020, tema que representa una desafiante tarea para los sistemas de educación superior de la Alianza del Pacífico: Chile, Colombia, México y Perú.
Educación para la empleabilidad, el reto
Durante la conferencia magistral “Educación para la empleabilidad: el reto de las Universidades de la Alianza Pacífico en el contexto laboral actual”, Juan Pablo Gamboa Navarro, académico de la Universidad de Deusto, España, compartió reflexiones acerca de los resultados de algunas de sus investigaciones sobre el tema de la empleabilidad en las instituciones de educación superior, con retos que todas las universidades del mundo enfrentan en la actualidad y desafiarán en el futuro, como los cambios tecnológicos en el entorno laboral y la cuarta revolución industrial.
“Ha habido cambios trascendentales. En primer lugar, el trabajo para toda la vida parece una cuestión del pasado; nuestros padres entraban a trabajar a una empresa con 18 años y se jubilaban. También están desapareciendo muchos trabajos y aparecen otros que hace cinco años no existían. Ya no hay una movilidad lineal en la carrera profesional; ello implica cambios tecnológicos y la flexibilidad en las organizaciones para ser más competitivas y, en consecuencia, relaciones laborales cada vez más individualizadas, es decir, que en función de la valía del trabajador, de las competencias y de lo que pueda aportar a la empresa, va a recibir unos beneficios u otros”, indicó el investigador.