Un frágil cese de hostilidades pactado el fin de semana entre Armenia y Azerbaiyán fue violado apenas horas después, con acusaciones encontradas entre ambas exnaciones soviéticas y con señalamientos de que Turquía participó en apoyo a la segunda. Europa y Naciones Unidas muestran preocupación.
Siete personas murieron en bombardeos contra la ciudad de Ganyá, en Azerbaiyán, informaron ayer autoridades, y acusaron a fuerzas armenias, pese a la tregua por el territorio de Nagorno-Karabaj.
Por su parte, el ministerio de Defensa de dicha región separatista desmintió haber sido el autor, y acusó al bando azerbaiyano de haber atacado zonas pobladas.
La capital de Nagorno-Karabaj, Stepanakert, fue blanco de bombardeos la noche del sábado, según periodistas en la zona. El conflicto suma más de 300 víctimas fatales y miles de desplazados desde el 27 de septiembre.
La Unión Europea dijo estar “extremadamente preocupada” por las violaciones a la tregua: “Observamos los informes de que continúan las actividades militares y contra objetivos civiles”.
En tanto que el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, pidió que se respete el cese del fuego y que se llegue rápidamente a un acuerdo que sea claro.