Y es que según la publicación South China Morning Post, el portavoz del ministerio chino de exteriores, Geng Shuang, calificó esta venta como una “grave violación del principio de 'Una sola China'”. El gobierno chino acusa a la isla de Taiwán como “provincia rebelde”. De igual manera, el gigante asiático le ha expresado a EU su rechazo oficial a esta operación en reiteradas oportunidades
"Estados Unidos debe atenerse a todas las consecuencias provocadas por la venta… China tomará las medidas necesarias para defender sus propios intereses", manifestó Geng, sin definir medidas concretas.
Ayer domingo Donald Trump confirmó que ya había firmado el acuerdo y detalló: "Son 8.000 millones, es un montón de dinero, eso significan un montón de empleos", manifestó y agregó que: "sabemos que van a usar estos F-16 de forma responsable".
En caso de aprobarse por parte del congreso estadunidense, esto supondría la primera entrega de aviones cazas ultra modernos a Taipéi desde 1992. La administración de Obama rechazó en la década pasada una solicitud similar de Taiwan.
Expertos militares señalaron que por su capacidad para transportar un amplio rango de misiles aire-aire de corto y mediano alcance, la versión Viper del F-16 es más apta para contrarrestar a los aviones chinos Su-35 y el J-10.