El asaltante abatido portaba explosivos. El segundo terrorista fue detenido poco después y resultó herido cuando las fuerzas de seguridad lo estaban persiguiendo tras haber huido del lugar del ataque.
Los uniformados que fallecieron estaban apostados a la entrada de la iglesia para prevenir precisamente este tipo de ataques, que han tenido lugar anteriormente, los últimos y más mortíferos, el pasado Domingo de Ramos, cuando murieron más de 40 fieles en dos atentados en el norte del país.
Las iglesias en Egipto suelen contar con fuertes medidas de seguridad, que han sido reforzadas en estas fechas coincidiendo con la celebración de la Navidad copta el próximo 7 de enero, ya que la mayoría de los cristianos egipcios siguen el rito ortodoxo.
Con información de DW.com