El portavoz de gobierno ruso, Dmitri Peskov criticó la política “miope, ilegítima y sin perspectivas” del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que la víspera promulgó una nueva ley que endurece las sanciones económicas contra Rusia.
“Rusia y los otros países afectados por las nuevas sanciones de Estados Unidos defenderán sus intereses ante la política “miope, ilegítima y sin perspectivas de Washington”, afirmó el portavoz del Kremlin, en reacción a la aprobación de las nuevas sanciones.
En una rueda de prensa, Peskov dijo que Rusia, al igual que todos los países, que “se enfrentaron con esta ilegalidad”, prevén defender sus intereses y subrayó que no debe haber duda en que la Federación Rusa lo hará.
“El que Rusia preservará y defenderá sus intereses no debe cuestionarse”, indicó.
El portavoz del Kremlin aseguró que con las nuevas sanciones económicas estadunidenses contra su país, Estados Unidos “no deja ninguna oportunidad para la cooperación constructiva con Rusia”, según reporte de la agencia informativa Sputnik.
Sobre la posibilidad que Rusia renuncie de manera parcial o total al tránsito de combustible a Europa a través de Ucrania, para evitar las sanciones, Peskov subrayó que su país seguirá siendo “un garante de la seguridad energética de los consumidores en Europa”.
“Siempre hemos dicho que Rusia es y seguirá siendo un garante fiable de la seguridad energética de sus consumidores, incluidos los de Europa, y hará todo lo necesario para ello”, agregó.
El funcionario explicó que el asunto no es sólo una cuestión política, sino de negocios y que por ellos “es razonable económicamente centrarse en determinadas rutas de tránsito, y Rusia lo hará”, indicó.
De acuerdo con el reporte de la agencia informativa rusa, el gasoducto alemán OPAL, que conecta directamente a Rusia con Europa mediante el gasoducto Nord Stream, permite transportar gas sin pasar por Ucrania.
Las declaraciones de Peskov trascienden un día después de que el presidente Trump firmó la ley aprobada la semana pasada por el Congreso, que endurece las sanciones a Rusia por su supuesta injerencia en las elecciones de Estados Unidos del año pasado, acusación que Moscú ha refutado en reiteradas ocasiones.