Que el líder nacional del PRI califique de hampón a uno de sus diputados incondicionales y cercanos, refleja que ese partido se ha convertido en una verdadera cueva de ladrones con la complacencia de su dirigencia.
Exhibe los tiempos oscuros de un priismo decadente que abandera la corrupción e inmoralidad.
Fue el propio líder priista, quien calificó de hampón a su diputado federal plurinominal, Javier Casique Zárate, cuyo largo historial delictivo lo inició cuando fue secretario particular del ex rector de la BUAP, Enrique Doger Guerrero.
Pero Casique perfeccionó su negro historial cuando fue secretario de Gobernación del municipio poblano con el mismo Doger.
Y lo incrementó como titular de seguridad en Oaxaca.
Hoy la revolución le ha hecho justicia a Casique y se ha ganado el adjetivo de hampón, que en términos coloquiales significa delincuente.
Muchos le dicen el Doctor Casique; otros más, hoy lo interpretan con doctorado en corrupción.
Por cierto: en sus redes sociales no emitió un comentario para defender su indefendible persona o negar su génesis de corrupción.
Le han dicho de todo y aprendió que la política es el arte de oler … mierda sin hacer gestos.
PD: con lo dicho por Alito respecto a sus diputados Estefan y Casique, la Fiscalía General de la República y otras instituciones, tienen elementos para iniciar carpetas de investigación en contra de estos ejemplares priistas.