Su renuncia se da el mismo día en que ordenó impedir el ingreso del ex gobernador Melquiades Morales y su esposa, al interior interior de la dependencia con la finalidad de canjear su licencia.
En una carta difundida en sus redes sociales, Bracamonte acusa corrupción en el sector del Transporte y amenaza con retomar su inexistente proyecto político.
Pero tan solo un día antes, publicaba y aplaudía todas las acciones del gobernador Sergio Céspedes, quien le había dado diversas oportunidades pese a su ineficiente desempeño como funcionaria y acusaciones de maltrato al personal de la dependencia.
Sobra decir la corrupción que privaba en la misma.