Gabriela García Guzmán
El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, alertó sobre el impacto social del abandono del campo en la entidad, al señalar que cada año se dejan de cultivar más de 600 mil hectáreas debido a la falta de recursos entre familias rurales.
“La Cuarta Transformación tiene una causa: la justicia. No vine a buscar aplausos, ni de los ricos ni de los pobres. Vine a hacer justicia.”
Durante una conferencia enfocada al sector agrario, el mandatario explicó que muchos campesinos no cuentan con lo necesario para realizar labores básicas como el barbecho, rastreo o surcado, lo que los obliga a migrar en busca de ingresos, dejando atrás sus tierras y, en muchos casos, a sus hijos expuestos a riesgos sociales y delictivos.
“Cuando no hay cómo sembrar, las familias tienen que alquilar su fuerza de trabajo en cualquier otro oficio, y los hijos quedan vulnerables. Algunos terminan en actividades del crimen organizado, incluso como halcones o involucrados en mototaxis manejados por grupos delictivos”, advirtió.
Armenta enfatizó que su gobierno está impulsando acciones concretas para revertir esta situación desde la raíz, con políticas de justicia social que prioricen a las comunidades más afectadas por la pobreza y el abandono.
“Vamos a llevar a la cima a quienes están abajo. Esa es la esencia de nuestro compromiso”, afirmó, al tiempo que reiteró que su gobierno no busca el reconocimiento de las élites económicas, sino resultados tangibles para los sectores más desfavorecidos.
Con este mensaje, el gobernador reafirmó su postura de atender las causas estructurales de la desigualdad, con énfasis en el rescate del campo poblano como motor de desarrollo social y económico.