La Fiscalía General del Estado de Puebla abrió una investigación por el homicidio de dos jóvenes, quienes comían en una fonda en la localidad de Agua Fría, en el municipio de Venustiano Carranza, esto al norte del estado de Puebla, y sobre la carretera federal México-Tuxpan.

Los jóvenes fueron identificados como Alejandro y Marco Antonio Hernández Martínez, de 16 y 19 años de edad, sobrinos de Carlos Gómez Amador, notario de Xicotepec. Los sicarios que los acribillaron, se robaron el vehículo deportivo Camaro, que acaban de estrenar.

Según fuentes extraoficiales cerca del rancho de los jóvenes pasan ductos de Pemex, por lo que pudiera tratarse de alguna amenaza de grupos delincuenciales.

En el lugar murió el primero de ellos y el otro fue trasladado de emergencias a un hospital de Villa Ávila Camacho, donde horas después fue reportado su deceso a causa de las lesiones por arma de fuego. Los jóvenes eran los últimos integrantes de su familia.

En el año 2007 su padre Alejandro Hernández Amador fue asesinado de la misma forma, mientras comía en un restaurante en La Ceiba, también en la carretera México Tuxpan. Su padre recibió quince disparos de arma de fuego.

Dos años después el tío de ellos, Marco Hernández Amador, también fue acribillado y apareció en una carretera de la regional, abandonado dentro de su auto.

En el 2015, la madre de los jóvenes Martha Lorena Martínez fue aprehendida, acusada de pagar 120 mil pesos a unos matones, para que acabaran con la vida de su cuñado Marco Hernández Amador, esto por la disputa de un terreno.