La rectora de la BUAP Lilia Cedillo y el gobernador Sergio Céspedes, fueron muy visionarios cuando se sentaron a planear el complejo educativo de Ciudad Universitaria denominado CU 2.
Conjugaron la parte académica y política que dio origen a uno de los centros educativos que será muy influyente en el futuro inmediato por todo lo que implica: desarrollo, economía y educación.
Cedillo sabe que la educación es el predictor más poderoso para el desarrollo de cualquier comunidad. Y la suya, Puebla, no es la excepción.
En la Cultura Política del Presidencialismo en México, John A. Boot y Mitchell Selligson de las universidades de Texas y Arizona respectivamente, realizan un análisis detallado sobre política , democracia, sociedad y educación, hasta llegar a la conclusión que la educación es el predictor más poderoso que tienen los seres humanos para avanzar.
No es raro que la académica Cedillo comparta esa visión porque ella es también mujer de institución que genera educación, y combinado con la visión de Céspedes, hoy tenemos un gran proyecto educativo que habrá de aliviar la sobrepoblación estudiantil de CU y la incapacidad que había para dar cabida a miles de alumnos que se quedaban sin estudiar en la universidad pública.
Hay quienes piensan que la educación es un instrumento inservible para las sociedades y nuevas generaciones, pero habremos siempre, quienes con los hechos demostramos lo indispensable que es el proceso educativo para el desarrollo y consolidación de esas sociedades.
La gestión de la rectora Lilia Cedillo pasará a ser recordada como una de las que más conocimiento genere en sus aulas y laboratorios, soportado por infraestructura y calidad educativa.
La BUAP tiene hoy más espacios para generar conocimiento al servicio de la sociedad.
¿La inversión?. Me parece ocioso decirlo, pero la inversión en esta primera etapa supera los mil 200 millones de pesos. Nada nuevo para quienes piensan en grande.