Según información del sitio The Hollywood Reporter, varias de las críticas han sido recopiladas por donde queda en evidencia que los franceses quedaron disgustados con los clichés y estereotipos sobre la ciudad francesa, sus habitantes y su cultura:

Charles Martin, de Premiere, escribió: "En la serie aprendemos que los franceses son todos malos (sí, sí), que son vagos y nunca llegan a la oficina hasta el final de la mañana. Que les encanta coquetear y no están atados al concepto de lealtad. Son sexistas, anticuados y tienen un problema con las duchas. No, no escatiman en clichés".

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Por su parte, una crítica publicada en el sitio francés Sens Critique, dice: "Tienes que amar mucho la ciencia ficción para ver esta serie, sabiendo que los parisinos en su mayoría son amigables, hablan un inglés irreprochable, hacen el amor durante horas y que ir a trabajar sigue siendo una opción. Los escritores pueden haber dudado durante dos o tres minutos en poner un baguette bajo el brazo de cada francés, o incluso una boina para distinguirlos claramente, en cambio, todos fuman cigarrillos y coquetean hasta la muerte".

Finalmente, Aymeric Parthonnaud de RTL escribió: "Desde los episodios parisinos de Gossip Girl o el final de El diablo viste a la moda que no habíamos visto tantos clichés sobre la capital francesa".

“Emily en París” es una nueva serie de Netflix creada, escrita y producida por Darren Star, el mismo detrás de la exitosísima Sex and the City. Protagonizado por Lily Collins sigue la historia de Emily, una joven oriunda de Chicago que trabaja como ejecutiva de marketing en una gran empresa estadounidense.

A pesar de que la serie se ha metido rápidamente en las tendencias de la plataforma, hoy aparece en la posición número 1 en Argentina-, la realidad es que ha sido destrozada por la crítica, especialmente la francesa.