La cuarta edición del Clásico Mundial de Béisbol ya arranco en el lejano oriente y las sorpresas no se han hecho esperar. Corea del Sur, que presume un par de incursiones a semifinales y un segundo lugar ya se despidió pese a jugar en casa la primera ronda ante rivales como Israel, Holanda y China Taipei.
México, una de las novenas que ha participado en todas las ediciones, vuelve a albergar el certamen pero ahora lo hará en tierras tapatías, donde buscará demostrar que su crecimiento en la región no es obra de la casualidad.
La pelota azteca ha alcanzado la final en los últimos cinco certámenes de la Serie del Caribe y se ha consagrado en tres de ellos, incluyendo uno de forma invicta --Naranjeros de Hermosillo en 2016-- por lo que se alimenta la ilusión de trascender en el Clásico Mundial pese a las bajas que han sufrido, principalmente en el cuerpo de pitcheo.
México aparece en el Grupo D con dos potencias de la pelota caliente como Venezuela y Puerto Rico, además de Italia, novena que ya sabe lo que es vencer al representativo nacional.