Hace algunos años un grupo de muchachos puso el nombre de México en alto al coronarse campeones del mundo. Sí, sí, era en categoría sub-17, no por eso es menos importante.
En aquel entonces, los chamacos sorprendieron a propios y extraños al vencer a la siempre favorita Alemania con la chilena milagrosa de una joven promesa Julio Gómez.
Después de anotar ese gol y levantar el título, todos pensaron que la Momia tendría un gran futuro. La vida le jugó de otra manera.
Cuando todo volvió a la tranquilidad, la noche se le vino abajo. Pachuca, equipo que lo debutó, no siguió con él. Se fue a Chivas. Después al Ascenso con Correcaminos, Cafetaleros. Volvió a Primera con Jaguares. Regresó al Ascenso con Coras Tepic y Zacatepec.
Julio perdió cada vez más protagonismo, tanto que Zacatepec decidió que ya no lo quería más en el equipo y lo sacaron por la puerta de atrás. Ni siquiera le avisaron que ya no era parte del club. Como era de esperarse, el jugador se molestó bastante.
La única opción para que juegue es Cruz Azul. No, no se me emocionen. Se trata de Cruz Azul Hidalgo, de la Liga Premier Segunda División mexicana
Con información de Juan Futbol