Una vez que bajó un poco el furor por el juego de la NFL en México, es momento de puntualizar cuáles fueron las principales diferencias entre la presentación del 2016 y la del 2017.
He de reconocer que, al igual que varios de mis compañeros, me encontraba un poco escéptico en torno al hecho si la afición haría caso al llamado de la liga a evitar el grito homofóbico. La respuesta fue contundente y a lo largo del partido se vivió un comportamiento ejemplar de los más de 77 mil asistentes a una auténtica fiesta en el Coloso de Santa Úrsula.
Las buenas noticias llegaron desde minutos antes que se diera el kickoff con la confirmación de una extensión en el acuerdo original, lo que nos permitirá vibrar con partidos de la NFL, al menos, hasta 2021. Esto también nos da un claro indicativo que la liga encabezada por Roger Goodell tiene confianza ciega en el trabajo que se realiza en la oficina de México, dejando también un poco de lado los eventos aislados que se han experimentado.
A continuación presentamos los puntos a destacar en la edición 2017 del juego en suelo azteca:
Comportamiento a la altura del evento
El resultado del año anterior entre los Oakland Raiders y los Houston Texans fue opacado por diversos acontecimientos que mancharon el regreso de la liga al Estadio Azteca después de una ausencia de 12 años. De inmediato se tomaron cartas en el asunto al prescindir de un mosaico en las tribunas que derivó en avioncitos de papel. Tampoco quisieron dejar espacio a la duda y por diversos medios invitaron a los asistentes a evitar el grito homofóbico, algo que lucía francamente complicado en los recintos mexicanos.
Como se mencionó anteriormente, la gente fue a disfrutar de una auténtica fiesta, olvidando, aunque fuera por una cita, de un grito que ha derivado en varias multas para la Federación Mexicana de Futbol.
El tema del láser en el casco de Brock Osweiler también quedó en el archivero, esperando que nunca debamos de desempolvarlo.
¿Se extrañó el estacionamiento?
Otro de los temas puntuales era el hecho que los asistentes al compromiso no tendrían acceso a los cajones que ofrece el recinto, elevando ciertas dudas sobre ésta medida.
La realidad fue que alrededor de la zona se vivió una circulación fluida pocas veces experimentada en días de evento. Los pocos 'valientes' que se atrevieron a llevar su coche cayeron en las garras de los vecinos, quienes ofrecían un lugar por 500 pesos.
Quizá para futuras presentaciones sería bueno incrementar el numero de transportes para los que dejaron su automovil en los estacionamientos alternos ya que al menos hora y media después de finalizado el compromiso las filas para tomar un camión eran visiblemente largas.
¿Vale la pena llegar cuatro horas antes?
Elementos de seguridad comentaban que los primeros asistentes se empezaron a formar desde las 7 de la mañana cuando la patada inicial estaba pactada hasta las 15:25 horas. Habrá quien piense que esto es un poco exagerado. Hay que señalar que el ingreso, debido a las estrictas medidas de seguridad, en algunos casos, puede llevar casi una hora, lo que empieza a probar la paciencia de los afortunados que cuentan con boleto.
Las amenidades, activaciones de los patrocinadores, tiendas de souvenirs y puestos de comida gozaban de un flujo constante de seguidores. Una de las principales quejas era la falta de lugares para descansar o sentarte si decidías pasar tiempo en la explanada en lugar de ocupar tu lugar en el estadio, donde podías entretenerte con el calentamiento de los equipos o el resto de los compromisos que estaban pasando en las pantallas del estadio.