No terminaban de acomodarse los once de Ancelotti, entre ellos el colombiano James, cuando ya caía el primer tanto de la noche: 1 minuto y 30 segundos fueron suficientes apra que Neymar abriera la ruta en la izquierda y encontrara por el sector opuesto a su amigo Dani Alves, quien sólo tuvo que definir a la salida del arquero.
El Bayern intentó sacudirse y a los 10 minutos tuvo una rápida salida de James que no encontró destino y acabó en tiro de esquina.
La más clara sería la de Lewandowski, al 18, lindo pase de Javi Martínez, y remate del polaco para que volara el arquero Ulreich. Lo intentaría el mismo atacante al 21 pero iría a manos del arquero. Y ahí se acabó la gasolina de un equipo alemán muy predecible en su fórmula de tirar centros a su 9, sin picante suficiente en James y Müller para encontrar vías hacia el gol.
En cambio a PSG eso es lo que le sobra: al 26 se lo perdió Cavani a pase de Mbappé y poco después, con cabalgata y pase de taco de Neymar, volvió a fallar el uruguayo.
Hasta que llegó el gol, que todo lo reconcilia, todo lo puede: minuto 31, propone Cavani la jugada con Mbappé y define arriba, inatajable, para el 2-0 parcial. Fue hasta él Neymar, abrazo cordial, fin de la especulación.
Para el segundo tiempo ya no salió James al campo (lo reemplazó Coman) y el resultado para el Bayern siguió siendo el mismo: la magia alemana nunca llegó al Parque de los Príncipes.
Mientras, PSG fue sumando aliados para ir al ataque y siempre que lo intentó metió miedo. Hasta que llegó, al 63, el puntillazo, en una jugada que resume el poderío del equipo parisino: salida rapidísima de Dani Alves, pase a Mbappe, centro en el área del joven francés y sorpresivamente sin marca apareció Neymar para anticipar a Javi Martínez y marcar el tercero.
Turno para Cavani, que ahora vino a buscar a su compañero y le dio un abrazo aún más cálido que el anterior. Detalle importante en el duelo del morbo, por supuesto. Y no fue el único: tres tiros libres se cobraron, dos para el brasileño, uno para el uruguayo. Democracia en estado puro.
De allí en más, PSG se dedicó a manejar el juego ante la eterna falta de respuestas del Bayern, que tuvo una noche muy gris, que incluyó sólo dos opciones de gol en todo el segundo de tiempo (Coman y Lewandowski de tiro libre). Los ‘pucheros’ de Ancelotti así lo confirmaban.
Golpe en la mesa del PSG, al que hay que tomarse cada vez más en serio en esta Champions League.
Con información de: futbolred.com