A tan sólo poco más de un mes de haber tomado posesión, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha mostrado avances en políticas de gobiernos contundentes y sin titubeos, políticas que le han permitido llenarse de críticas por sus detractores de la oposición y la prensa.

Cabe señalar, que López Obrador ha generado esperanza en gran sector del país, sin embargo, muchos otros no perciben aquella cuarta transformación de la cual habla el mandatario tabasqueño.

El líder mexicano debe entender que ya no es el candidato, la oposición ni el mártir de la política en México, ahora es el representante supremo de una nación, mismo que debe comportarse a la altura de todas aquéllas necesidades del país, tales como pobreza, inseguridad, la pobreza, el desempleo, educación, narcotráfico, corrupción e impunidad heredada por los sexenios anteriores.

Al presidente, habrá que darle el beneficio de la duda, pues a poco más de un mes, muy poco se podría hablar de grandes cambios estructurales o de trascendencia regional.

Algunas cosas a destacar de Andrés Manuel, es la forma contundente de trabajar todos los días, de marcar la agenda semana a semana, remarcar el liderazgo al frente del ejecutivo y el legislativo, asi como el gran capital político ganado con la declaración en contra de huachicoleros, la ley de remuneraciones para quitar privilegios y la visualización de mejoras al sector más pobre del país.

Por otro lado, las contras del presidente han sido la constante polarización y poca conciliación con fuerzas de otros partidos, el diálogo y debate con asociaciones y ciudadanía en general, asi como el respeto a los medios de comunicación y poca claridad para combatir la corrupción de mandatarios en administraciones pasadas.

Sin duda alguna, 2019 será un reto para el Presidente de la República, tendrá que sentar bases, mejorar de inmediato el tema de inseguridad y mandar un mensaje contundente de paz y tranquilidad.