Ahora que el diputado federal Nachito Mier Jr anda muy engallado porque asegura que su padre será el próximo gobernador de Puebla, le recordaré dos temas que no ha podido borrar de su entelequia.
Primero le recuerdo que en una casa ubicada en Lomas de Angelópolis, una mujer con todo el prototipo de buchona lo levantó de su asiento y le dijo que le quedaba muy grande la silla de su ex esposo. Que no la llenaba.
El tal Nachito tragó saliva y obedeció con los ojos cristalinos mientras otra buchona y un hombre lo veían y guardaban silencio por la pena ajena.
En ese entonces, Nachito Mier también tenía un grave problema: los 3 agentes ministeriales ejecutados en el municipio que gobernaba, quienes realizaban una investigación por temas de delincuencia organizada.
Fueron días difíciles para Nachito y gracias al manto protector del entonces secretario de Gobernación y líder de La Barredora en Tabasco, Adán Augusto López Hernández, libró la inminente renuncia.
Hoy que goza del fuero para no enfrentar varios asuntos de corrupción, Nachito el irracional, ya sueña con la gubernatura para su padre y por eso desconoce también los lazos sanguíneos con el
gobernador Alejandro Armenta.
Nachito ha sufrido tanto, que solo el poder y el dinero público lo consuelan y por eso salió a vociferar y a todos promete tiempos de gloria cuando su padre llegue a la gubernatura.
Una pregunta queda en el aire: ¿ya le avisaron a la presidenta Sheinbaum y al Gobernador Armenta?.