Julio Huerta debe conocer que el joven Arroyo tiene como empleado a Ismael Bermejo, flamante director en Exclusivas Puebla, cuyo corazón está con Fernando Morales, pero cuyos interese$$$$$$ con Eduardo Rivera Pérez y quienes paguen.
Y ahora resulta que Jesús está con Julio; es decir, hacen el 1-2 (uno-dos) para asegurar que no pierdan su presupuesto a partir del 2024.
En el pasado reciente, ambos criticaban las crueldades del ex gobernador Miguel Barbosa, aquellas de las que habla Maquiavelo en El Príncipe. Hoy, Arroyo y Bermejo, defenderán esas crueldades para justificar las aspiraciones del nuevo Príncipe (Julio). Todo sea por el maldito dinero…
El caso es que a Julio le saldrá caro, muy caro, haber contratado a un equipo de depredadores de presupuesto que lo llevarán a un abismo con caída dolorosa.
Ismael nunca pudo hacer que ganara alguna elección el notario Mario Montero; y Jesús está tan joven que no ha siquiera leído libros sobre Comunicación Política y por su corta edad no tiene experiencia. Cree que todo se arregla con una buena borrachera.
Hasta antes del morenovallismo, la política y el periodismo vivían constantes amores etílicos, pero hoy ya cambiaron las formas y es en donde no me cuadra cómo Bermejo y Jesús ayudarán a Julio Huerta.
Me queda claro que ambos han echado las campanas al vuelo y van a jugar a dos bandas, lo que los hace ser inmorales y poco confiables. Pero la culpa la tiene quien le recomendó a Julio a estos sujetos.
Ya se ve de qué tamaño es la aspiración de Julio: del mismo tamaño de sus asesores.
PD sigamos bebiendo, diría el clásico!.