Las huestes de Sheinbaum cantaron y festejaron lo que parece su inminente precandidatura por Morena rumbo al 2024.
Ahí estaban funcionarios de gobierno, acarreados de todas partes y hasta periodistas que presumieron sus fotos con la futura presidenta.
Las corcholatas también estuvieron presentes en ese juego que los llevará a una caída inimaginable. Porque su realidad es cruda y cruel: no ganarían solos una elección… y lo saben perfectamente. Pero desde ahora quieren su diputación y alcaldía…
Sheinbaum presumió sus logros y fue vitoreada. Hizo su trabajo y tiene garantizado el apoyo del gobernador Barbosa, así es la lectura…
Sheinbaum necesita votos, necesita liderazgos regionales y sumar a todos para enfrentar a un poderoso PAN que tiene estructura y cuadros valiosos.
Sheinbaum y AMLO tienen una radiografía perfecta de Puebla y conocen a los liderazgos.
Conocen a las corcholatas, a nachito y al presidente del Senado, Alejandro Armenta, y éste último es quien en el 2018 les sumó 1.5 millones de votos por las alianzas que hizo con priistas, panistas, ecologistas, petistas, perredistas y todos los que hoy están listos para apoyarlo…
Andrés Manuel López Obrador sabe que Sheinbaum necesita ganar el quinto estado con importancia en número de votos y ese lo quiere ganar igual o más que en el 2018.
Y solo hay una fórmula: Armenta para la gubernatura, nachito para la senaduría y una corcholata para la alcaldía de Puebla. Sobran diputaciones federales y estatales.