Por múltiples señalamientos de corrupción fué despedido el hoy ex delegado de la Sedatu en Puebla, Román Lazcano Fernández, quien exigía a varios presidentes municipales parte del costo de cada obra que realizaba la dependencia a su cargo.
Román Lazcano, quien presume ser amigo de Enrique Peña Nieto, es un vulgar delincuente que le gusta lo ajeno, toda vez que le robó una escuela a su ex socio y cobraba por los litigios que hacían sus entonces amigos, a quienes terminó robando. (Estás son otras historias que contaré).
Múltiples son las historias de este sujeto especialista en sumar enemigos cuando se encuentra en un cargo público.
Recuerdo cuando fue Síndico en el trienio de Blanca Alcalá, cada que hablaba de ella decía pestes porque le tenían vigilados sus movimientos, amarradas las manos pues .
En ese entonces el blanco de su veneno era Carlos Meza Viveros, a quien mandaba a ajusticiar en las columnas políticas.
Llegaba el momento en que Lazcano perdía interés y credibilidad porque a diario quería criticar al tal Meza Viveros. Lo quería desbaratar.
Su mala fama traspasó fronteras cuando lo acusaron de recibir 10 millones de pesos por perder litigios desde la Sindicatura.
Román Lazcano fue cínico, perdón Síndico, gracias a su padrino Mario Marín Torres, con quien se entendía a la perfección porque son amantes de la corrupción.
Llegaron los tiempos de desgracia y las carencias lo alcanzaron al grado de que su matrimonio estaba en la borda porque la canasta básica era inexistente en su casa. Ni se diga los gastos escolares, ropa, telefonía, gasolina o hasta un simple café que el propio Lazcano no podía ni pagar .
Recuerdo perfectamente cuando Román Lazcano Fernández, ex delegado de la Sedatu me confesó que su deseo no era enriquecerse desde un cargo público y vivir de forma austera.
Desde entonces no creí sus falsas palabras y dejé de llegar a sus convocatorias, me ahorré hasta los cafés que consumía y ya no me mareaba con sus historietas políticas que inventaba.
Román Lazcano está hoy donde merece estar : en el desempleo, sin amigos, hundido en el desprestigio y con la sombra de corrupción que siempre lo acompañará.
Lástima que sea lo contrario a su hermano Rodrigo, y que de paso embarre de mierda a su familia, esa que con tanto trabajo forjó el Licenciado Reynaldo y este ambicioso personaje la ensució.
Los sueños de un ser ambicioso que pensó llegar a la alcaldía han terminado y la clase política ya no sufrirá de su intriga y enfermedad psicótica.
Por cierto: lo que hay que hacer para tragar, vean la foto de este timorato.
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