El ridículo que hizo Liz Vilchis al tratar de minimizar el incremento de las tarifas de la CFE dadas a conocer por el Periódico Reforma, pone al gobierno de AMLO en una grave crisis de comunicación.

Tan grave, que la encargada del gobierno de AMLO para desmentir a los medios ayuda para que ridiculicen a su jefe.

El gobierno de AMLO tiene a los comunicadores que se merece y Vilchis carece de oficio y capacidad para su trabajo.

Hasta antes del triunfo de AMLO, Liz Vilchis era nada ni nadie; ahora sigue siendo lo mismo, pero ya suma ignorancia e incapacidad.

El presidente López Obrador debe ser más selectivo con quienes le recomiendan, porque una empleada de quinto nivel puede provocarle un escándalo de dimensiones inimaginables.

El ejercicio del poder público no sólo demanda interés, sino capacidad, responsabilidad y honestidad para ocupar el encargo que le dan en este caso a la muchacha Vilchis.

Vean este bochornoso momento de Vilchis que da lástima y pena ajena.