Cuando el gobernador Miguel Barbosa se refirió que en el DIF no habrá más negocios ni corrupción, también en ese paquete está incluído el ex director del mismo Arturo Hernández Davy.
Y es que el ex secretario particular de Mario Marín es un delincuente de cuello blanco que cuando llegó a ese lugar en el gobierno interino me invitó a robarnos los más de mil 150 millones de pesos que tiene como presupuesto.
El revés fue duro y lo comencé a exhibir, pero no dije que Miguel Barbosa lo descubrió traicionando el proyecto con Alejandro Armenta.
Y también hizo lo mismo con Armenta. Le organizó dos comilonas en su restaurante Tarantela de Chipilo y más tarde lo abandonó porque ya había amarrado hueso con Guillermo Pacheco Pulido.
De hecho Davy no baja de pendejo e inmaduro a Armenta, pero esa es otra historia.
Regresando a la corrupción de Davy en el DIF, bien haría el gobernador en cerrarle las puertas a este arrastrado sujeto , quien hizo negocio con las despensas y los programas sociales dirigidos a los más necesitados.