La detención del alcalde de Tehuacán Felipe Patjane, es un aviso para quienes manejan recursos públicos y abusan de ellos sin el menor rubor.

También para quienes traicionan a Morena y sus dirigentes, toda vez que el edil fue fustigado por el gobernador Miguel Barbosa por tener invadido el ayuntamiento de Tehuacán de priistas y panistas.

Para quienes no entienden que la Cuarta Transformación va en serio, deberán tener cuidado y abstenerse de hacer negocios al amparo del poder y alejarse de las tentaciones que dan los recursos destinados a programas sociales en beneficio de la comunidad.

Lejos quedaron los tiempos del PRIAN en donde el derroche, los excesos y el abuso eran una constante por parte de los hombres de poder.

Felipe Patjane no supo aprovechar la confianza que le dio el mandatario Miguel Barbosa. Lo defraudó.

Barbosa es un hombre que pacta pero rompe esos pactos cuando descubre deslealtad y corrupción. Y Patjane pecó de ambos.

El mensaje para los traidores y corruptos es demoledor: en el día de su boda, Patjane fue capturado por corrupto. Nadie salió en su defensa. Ni siquiera sus cómplices.

Lejos quedaron también los días en que el nefasto arribista de Morena presumía lujos y excentricidades con su novia.

No entendió el mensaje de AMLO tras la boda de César Yáñez, quien se casó en una boda de derroche y ostentación sin el visto bueno del hoy presidente de México.

Por cierto: el próximo corrupto que será encarcelado es José Juan Espinosa, hijo político de Mario Marín.