“Hay que gastarnos todo parejita, nos lo tenemos que acabar, hay que chingárnoslo”, eran las palabras de Arturo Hernández Davy al enterarse que el DIF tenía mil 350 millones de pesos de presupuesto para el 2019.
Corría el mes de febrero y Hernández Davy sabía que Guillo Pacheco Pensado lo impondría en el DIF, en el corrupto gobierno de Guillermo Pacheco Pulido.
De inmediato Hernández Davy se apresuró a conseguir el organigrama del organismo y a reclutar a los incondicionales que lo acompañaron durante el Marinismo.
Al tener información de los programas sociales dirigidos a los más desprotegidos, Hernández Davy supo en dónde podría cometer el robo.
Total: según él, los Gali habían abusado tanto, que no se vería un poco más del robo.
No tuvieron que pasar muchos meses para que el entonces candidato de Morena a la gubernatura Miguel Barbosa, se enterara del abuso del ex Director del DIF, quien con sus mañas honró a su ex jefe Mario Marín.
Y por más que intentó congraciarse, Hernández Davy no pudo quitarse los motes de corrupto y ratero.
Hoy soplan otros tiempos y los discípulos de Pacheco Pulido se robaron el dinero de los grupos más vulnerables y desprotegidos.
Por no haber sido ratificado, el “parejita” anda tan enojado con la clase política en el poder, que de inmediato comenzó a invitar a sus conocidos al proyecto político de Gali, de quien antes decía que se había robado todo con sus hijos y amigos...
Por cierto “parejita”: creo que Gali ahora ya sabe de qué estás hecho.