Con las modificaciones a la Ley del Transporte que anunció el gobernador Guillermo Pacheco Pulido, varios personajes dejarán de percibir millones de pesos por concepto de corrupción.

Por eso es importante que el mandatario conozca que el coordinador del Transporte, Abraham Sánchez, es quien ha hecho del Transporte un paraíso de la corrupción.

Desde hace varios sexenios, Abraham se vende como la persona que resuelve problemas en ese gremio, y es cierto: los resuelve porque él los genera.

Me explico: como varios transportistas son sus cómplices y víctimas (porque les vende cada permiso de transporte), les pide que generen caos para venderse como quien soluciona los conflictos.

Y eso ya lo sabe el mandatario Pacheco Pulido, quien bien haría en investigar las propiedades acumuladas por Abraham y puestas a nombre de sus familiares y amantes.

Tan solo un permiso para una ruta, el corrupto funcionario lo vende entre 100 y 140 mil pesos.

Y si tomamos en cuenta que ha visto correr por sus manos más de 4 mil permisos durante su largo periodo como funcionario, simplemente suman 400 millones de pesos los que este pobre funcionario ha visto correr por sus manos.

Por eso, si el gobernador Pacheco quiere desterrar la corrupción, basta que le corte la cabeza a este funcionario ejemplo de la transa.