Aurelia Navarro Niño
La renuncia de Carlos Enrique Pando Mejía al cargo de secretario de Formación y Capacitación del Comité Directivo Estatal (CDE) del Partido Acción Nacional (PAN) en Puebla, se da en medio de denuncias por estupro y pederastia.
Esta situación ha generado una fuerte presión política al interior del partido, que enfrenta nuevamente cuestionamientos por la falta de mecanismos de control y respuesta ante señalamientos contra sus propios cuadros, que tienen denuncias por aparente abuso sexual a menores.
La Fiscalía General del Estado (FGE) mantiene abierta la investigación por la denuncia interpuesta por una menor de 17 años el pasado 20 de noviembre; sin embargo, el panista —quien solicitó vacaciones apenas cuatro días después, el 24 de noviembre— se encuentra ilocalizable, lo que dejó a la dirigencia con un vacío de información sobre su paradero y situación jurídica.
El PAN encubre su salida, pero documentos internos lo contradicen
El PAN estatal ha intentado deslindarse señalando que Pando Mejía “ya presentó su renuncia”, pero CONTRAPARTE ha revisado los estrados oficiales del partido y el panista Carlos Enrique Pando Mejía continúa registrado como integrante del CDE, lo que evidencia una falta de sincronización institucional o un manejo interno poco transparente, y hasta contradictorio en el manejo de su mensaje.
Esta contradicción se ha convertido en un punto crítico, pues la dirigencia encabezada por Mario Riestra Piña y Genoveva Huerta no ha emitido postura pública ni ha informado si se iniciará algún procedimiento interno contra el exfuncionario partidista.
Un expediente que el PAN ignoró durante años
Las denuncias contra Pando Mejía no son nuevas, pero el CDE del PAN nunca aplicó medidas internas pese a que:
En marzo de 2023, alumnas del Tecnológico de Oriente lo señalaron por conductas indebidas.
En octubre de 2024, el Colectivo Feminista de Puebla lo acusó por presuntos actos de pederastia.
A pesar de estas alertas públicas, mantuvo su cargo y su influencia interna, lo que hoy vuelve a colocar bajo la lupa las prácticas de protección y opacidad dentro del partido.
La desaparición pública del panista, sumada a la renuncia presentada en medio del escándalo, ha expuesto la fragilidad del PAN en Puebla para responder a crisis de credibilidad.
Mientras la FGE continúa la investigación, la dirigencia del PAN permanece sin definir si abrirá un expediente interno, si suspenderá a Pando Mejía de su militancia o si solicitará información oficial sobre la causa penal.
El silencio prolongado ha sido interpretado por actores políticos y organizaciones feministas como un acto de evasión institucional, que podría derivar en mayores cuestionamientos hacia el partido en las próximas semanas.