Ante la inminente desventaja en el que se encuentra en estos momentos el Partido Revolucionario Institucional (PRI), esta tarde visitó Puebla por primera ocasión el dirigente nacional de ese instituto político, Enrique Ochoa Reza, y donde tuvo poco poder de convocatoria.
Evento que sirvió para que la ex candidata del PRI a la gubernatura, Blanca Alcalá Ruiz reapareciera a casi dos meses de su derrota y donde un vez más aprovechó el espacio para denunciar la agresión en su contra durante toda la campaña.
En un evento que pretendía fuera con más de 5 mil priistas, pero que no llegaron más de 2 mil, el líder nacional del PRI se comprometió a que en Puebla empezará la ruta de México para lograr recuperar la gubernatura de Puebla y eliminar la violencia política contra las mujeres.
Contrario a lo que se presumía, de un intento de unidad por parte de la dirigencia estatal, la realidad es que se demostró una vez más la división que existe al interior del priismo poblano, ya que brillaron por su ausencia, como en toda la campaña, Juan Carlos Lastiri, Alberto Jiménez Merino, Juan Manuel Vega Rayet, entre otros.
Por lo tanto, el dirigente nacional solo estuvo arropado por mujeres priistas que lo único que buscaban, era la selfie con el líder, olvidando hasta el glamour que tanto presumen, con la finalidad de presumir su foto con su líder.
En su discurso, Ochoa Reza firmó el compromiso por la eliminación de la violencia política contra las mujeres, y el cual será el detonante para convencer a los mexicanos y a los poblanos de que el Revolucionario Institucional es la opción para combatir esta violencia política.
El líder nacional sentenció que desde su toma de protesta ya ha recorrido cuatro estados, pero tiene un aprecio especial por Puebla, por lo que va a trabajar para que a la entidad poblana le vaya mucho mejor y en 2018 recuperen el gobierno del estado.
“Estaremos de regreso a Puebla para establecer claramente cuál es la ruta a seguir y qué responsabilidad le toca a cada uno para mejorar este bello estado, pero que se oiga fuerte y que se oiga claro, en Puebla empieza la ruta de México para eliminar la violencia política de género y que sea el referente de la sociedad”, dijo.
Para lo cual, Ochoa Reza dio la instrucción a todos los dirigentes estatales, que en un lapso de 30 días, revisen que los procesos de capacitación a mujeres se mejoren y amplíen para acabar con las prácticas de violencia de género.
Por lo que se comprometió a regresar a la entidad poblana en 90 días para iniciar con la confirmación del proceso de recuperar el estado.
Por su parte, la senadora de la República, Blanca Alcalá Ruiz, destacó que se trata de un momento histórico derivado de que este compromiso busca acabar con la violencia política en contra de las mujeres, misma que (supuestamente) sufrió.
Ante gritos y porras en su primer evento tras la derrota del pasado 5 de junio, Alcalá Ruiz dijo que con este proyecto se busca exigir el respeto a quien son minoría en el estado y que en este caso es el PRI. Por lo que se debe permitir construir verdaderas sociedades democráticas y donde solo se podrá con la participación de más mujeres.
Tras señalar que podría contar todo un relato de todos los agravios que se hicieron en su contra, Alcalá Ruiz sentenció que todo quedó atrás, por lo que ahora es importante abonar para que estas prácticas de las que (supuestamente) fue víctima, no se vuelvan a repetir.
Entre las cifras que señaló se encuentra que el 40 por ciento de los casos de violencia en contra de las mujeres es física y el 60 por ciento es psicólogica.