Tan solo por el lenguaje soez, vulgar y grotesco que retrata la verdadera cara del presidente nacional del PRI Alejandro Moreno Cárdenas, sus militantes deberían avergonzarse y pedir que renuncie y sea investigado por enriquecimiento ilícito.
Sus recientes fracasos políticos son minúsculos ante los escándalos en los que se ha involucrado.
La crisis al interior del PRI es responsabilidad absoluta del corrupto líder que no aprendió que la política es una ciencia para servirle a la gente.
El PRI no se ha repuesto desde el 2000 y hoy agoniza con un líder al que le han comprobado corrupción en todos los sentidos.
Los dirigentes regionales que en cada entidad han iniciado una defensa mediática, simplemente son igual o peores que Alito, porque aprueban el vulgar comportamiento de este sujeto desquiciado y enfermo de poder.
No veo a una sola mujer priista que se manifieste y repruebe la conducta de su jefe, por lo que también las hace cómplices.
¿Qué dirán los Salinas, los Zedillistas, los corruptos Peñistas, los Gamboa, los Beltrones y muchos más de tener a un sociópata como presidente del PRI?
La conducta de Alejandro Moreno es la de un sociópata dispuesto a todo por conseguir poder.
Alito se siente acorralado, se desangra y el hedor de corrupción que lo sigue, lo convierte en enemigo capaz de todo para salvar el pellejo.
¿Donde quedaron los (as) priistas que se desgarran las vestiduras ante vulgares políticos como Alito Moreno?