Aunque el Pentágono se ha negado a comprobar los datos sobre las víctimas tras el impacto causado por la bomba no nuclear más potente de su arsenal en la provincia de Nangarhar, la imágenes muestran las señales de la potencia del arma.
En algunas de las fotos se pueden observar unas viviendas destruidas y árboles quemados tras la explosión, otras muestran las cuevas que supuestamente fueron utilizadas por los terroristas en la zona.
Las autoridades afganas declararon que casi 100 terroristas murieron tras el impacto producido por la bomba estadounidense, señalando que no había víctimas entre la población civil. No obstante, el aislamiento el área, así como la presencia de los combatientes del grupo terrorista Estado Islámico (EI) no permiten comprobar esos datos.
Además, de momento, la zona donde cayó la MOAB está controlada por las fuerzas de seguridad estadounidense por lo que el acceso es diferente.
La bomba, denominada oficialmente GBU-43/B Massive Ordenance Air Blast bomb (MOAB), es un proyectil convencional con gran radio de detonación y 9.5 toneladas que fue lanzado desde un avión MC-130 perteneciente a un cuerpo de operaciones especiales de la Fuerza Aérea estadounidense.