La ejecución fue en Diego Rivera y Miguel Ángel Buonarroti, en la colonia Contry Las Águilas, del municipio conurbado de Guadalupe.
Al agente se le identificó como José Luis de León, jefe de un grupo de la corporación policiaca.
Las primeras investigaciones arrojan que hombres armados bajaron de un auto Grand Marquis negro y abrieron fuego contra la víctima que se encontraba afuera del lugar y vestía una playera tipo polo y pantalones de mezclilla.
Sin embargo, la interrogante de los investigadores es el cómo los agresores burlaron la seguridad del sector privado, que cuenta con casetas de vigilancia en el acceso y en la salida y guardias las 24 horas.
Luego de la ejecución los policías montaron un operativo y policías municipales observaron a un hombre en el cruce de las calles Greco y Albert Einstein que trataba de esconderse en los muros de un domicilio por lo que fue detenido y tras el interrogatorio
terminó por confesar que había participado en la ejecución del agente.
Dijo a los agentes que tras la ejecución sus compañeros salieron con rapidez y lo dejaron a pie por lo que corrió y trataba de esconderse con una playera que tenía capucha.
Dos vehículos, un auto Aveo y una camioneta de la que no se especificaron características, tenían múltiples impactos de bala y el agente cinco balazos en el pecho.