Xalapa, Veracruz.- “Hija de tu puta madre, te voy a quemar tu casa”, advirtió una voz, minutos antes del atentado, a la esposa de Pedro Tamayo, el décimo noveno periodista asesinado en el Veracruz de Javier Duarte y Flavino Ríos Alvarado.
Son las primeras declaraciones de Alicia Blanco Beiza, tras haber denunciado el infortunio ante el Ministerio Público de Tierra Blanca. Con base en su relatoría, asentada en la carpeta de investigación 490/2016, se trató de un acto provocado por sujetos desconocidos, que dos meses atrás la amenazaron de muerte.
Los hechos ocurrieron la noche del pasado domingo 30 de octubre, en el predio familiar ubicado en la calle Pioquinto, esquina con Del Soldado, colonia Lomas de Tierra Blanca.
Alicia Blanco relata que la amenaza se originó con una llamada telefónica mientras despachaba en su puesto de hamburguesas; mismo sitio donde el pasado 20 de julio presenció el asesinato de su esposo. Y también donde un pistolero le aseguró que un regalo le aguarda: la muerte.
Una voz proveniente de un número desconocido, le advirtió esta vez -mediante insultos-, que prendería fuego a su casa. Daño material que fue confirmado minutos más tarde por vecinos de Lomas de Tierra Blanca.
La viuda de Tamayo Rosas, al llegar al domicilio, encontró sus pertenencias hechas cenizas; la colección de libros de literatura de su esposo, una cuna para su nieta que está próxima en nacer, fotografías y un escritorio de cristal sobre el que Pedro redactaba sus notas policíacas para los medios donde colaboró hasta el día de su muerte: “Crónica de Tierra Blanca” y “Al Calor Político”.
El perito turnado a la diligencia, así como la propia Alicia Blanco, se percataron que las cerraduras de la vivienda habrían sido forzadas para entrar, además de que en ninguna parte fueron ubicados los candados de seguridad. Aunado a lo anterior, en el lugar de los hechos fueron olvidadas cuatro garrafas con restos de combustible.
Han pasado cuatro meses desde la muerte provocada al reportero veracruzano. Pese a la promesa del Fiscal General, Luis Ángel Bravo Contreras, de hacer justicia en el caso, hasta la fecha los asesinos de Pedro Tamayo y ahora los agresores de su viuda, siguen libres.
“Han sido los peores cuatro meses de mi vida. Desde que a Pedro me lo mataron nos hemos dedicado a trabajar, no nos metemos con nadie. Finalmente las cosas materiales van y vienen pero lo que no quiero es una muerte más”, sentencia la viuda.