Todos los caminos llevan a Guamúchil, ahí estará el epicentro de la política de Sinaloa en el “debate de ideas y propuestas 2018” entre los candidatos al Senado de la República. El evento es organizado atinadamente por esta casa editorial, tendrá la presencia de los candidatos Rubén Rocha Moya, Manuel Clouthier Carrillo y Mario Zamora Gastelúm. El abanderado del Frente, Héctor Melesio Cuen Ojeda fue invitado, pero respondió que no podrá asistir por compromisos de agenda.

Este importante ejercicio con los candidatos al Senado tendrá cuatro bloques los cuales son: primero, presentación; segundo, seguridad pública y combate a la corrupción; tercero, desarrollo económico; y cuarto las preguntas de lectores de debate.com.mx.

Además, tendrá un espacio para las conclusiones y el mensaje final. Como lo adelantamos el día de ayer usted podrá seguirlo en Facebook en la página del periódico EL DEBATE. Muy atentos y mañana le daremos un análisis completo.

Elecciones. El segundo debate de candidatos a la Presidencia de la República estuvo muy aburrido e irrelevante, seguramente no tendrá ningún impacto en las preferencias electorales.

El formato no fue bueno ni ayudó a tener un buen debate, de hecho, fue mejor el primero, hubo un retroceso. Los moderadores fueron muy protagonistas y en ocasiones parecía que estaban molestos con los candidatos. Fue intrascendente tener público presente. En general muy malo.

Además, los temas que se trataron de migración y política exterior no atraparon a los ciudadanos, fueron aburridos y los candidatos no pudieron contrastar ideas o mejor dicho pegarse un verdadero round como en el primer debate.

No se puede decir que hubo un ganador por lo irrelevante del debate, pero hubo un gran perdedor, Jaime Rodríguez, el Bronco, que dio la peor respuesta a señalar que podría expropiar un banco y no demostró dinamismo. Hasta le sobraba tiempo.

Otro que no puede declararse ganador es el candidato del PAN, Ricardo Anaya, había mucha expectativa por su buen desempeño en el primer debate, pero en esta ocasión se excedió, fue muy agresivo, se vio desesperado por golpear y todo indica que ha empezado a perder credibilidad.

Fue evidente que Andrés Manuel López Obrador estuvo mejor, no recibió tanto golpe, sale ileso, pero tampoco puede darse como ganador cuando sus comentarios más importantes fueron decirle a Ricardo Anaya “Ricky Riquín” y “voy a esconder la cartera” en alusión de que se la podía robar, fue divertido, pero no aporta nada al país.

Tampoco se puede decir que ganó porque no hubo impacto en las preferencias, pero quien se logró sacudir lo técnico y se vio más suelto fue el candidato del PRI, José Antonio Meade. Estuvo mucho más relajado y respondió muy bien a los cuestionamientos. Al parecer se sintió cómodo de responderle a ciudadanos.