Ya que su atención a las irregularidades está más que probada, el magistrado Eduardo Alfonso Guerrero Martínez se perfila para ser el encargado de castigar la falsificación de boletas electorales, el acarreo manchado, los malos manejos de recursos públicos y cualquier queja que le haga llegar en las próximas elecciones presidenciales. En pocas palabras, podría convertirse en el próximo titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade).
Bueno, en realidad tanto así como “se perfila” es exagerado… sin embargo sí fue una de las 21 personas que se aventaron a registrarse para ocupar el cargo que hace poco ostentaba el tan vilipendiado Santiago Nieto Castillo. En el caso del magistrado Guerrero Martínez sí es un verdadero acto de temeridad, ya que el susodicho es nada más y nada menos que el director de tesis de Enrique Peña Nieto… ¿se acuerdan?
Hace unos días El Universal dio a conocer que el buen Lalo Poncho se puso a disposición de los senadores de la Comisión de Justicia para ser objeto de escrutinio, a fin de que se determine si es digno de ser fiscal electoral en estos tiempos de convulsionadas aspiraciones presidenciales… y bueno, si el escrutinio es tan puntual como el que él le aplicó a la tesis de licenciatura del presidente, pues entonces ya chin$%&/ó y, definitivamente, tiene posibilidades de ser el nuevo titular de la Fepade.
Nomás para que vayan haciéndose una idea del brazo justiciero que hará valer si es que es nombrado como fiscal electoral, recordemos que al descubrirse el plagio que dejó pasar en la tesis del Ejecutivo, el magistrado Guerrero Martínez señaló que nomás fue tantito… 70% del trabajo de titulación de Peña Nieto fue “muy original” y, bueno, los cachos copiados descaradamente pudieron tratarse de simples “errores de impresión” por parte de las empresas de transcripción. “El señor Presidente de la República señala las fuentes correspondientes en su bibliografía, te tengo que decir muchas veces lo que pasa en Santo Domingo, que es donde se hacen de tesis o acá por la zona de Copilco-Universidad: muchas veces hay corresponsalías de estas tiendas o negocios que se dedican a esto”, comentó en entrevista telefónica ofrecida a Enrique Hernández.
Imagínense esos argumentos llevados al terrero de un fraude electoral (dios no lo quiera): sí, posiblemente hubo fraude… pero 70% de los votos sí fueron legales. Algo así…
Con información de Sopitas
