APUNTES DE… Miguel Ángel García Muñoz
*(ABC Puebla)
*No merecen el apoyo de los cholultecas; pesan sobre ellos graves denuncias. Aun así, se refuerzan con “aspirantes” que han negociado su participación con regidurías o cargos administrativos.
*Firman acuerdos entre ellos que no valen, queriendo sorprender a la dirigencia de Morena y haciendo a un lado a serios aspirantes que han trabajado intensamente.
SAN PEDRO CHOLULA.- Calificado como un alcalde pésimo (2002-2004), sancionado por malos manejos administrativos y que ni siquiera terminó su gestión por saltar a la diputación por el distrito 8, Alejandro Oaxaca Carreón pretende la candidatura de Morena a la presidencia municipal, conformando un grupo, más cercano a una pandilla, que integra el oriundo de Apatzingan, Michoacán, Julio Lorenzini Rangel, quien tiene varias acusaciones por delito electoral en 2012, 1562/FEPADE/2012; por violación, 4775/2019/UDS, sucedida el 15 de septiembre de 2019 en el hotel Xelhua de su propiedad; violencia familiar, carpeta de investigación 1665/2020/UVFyDG, hechos ocurridos el 14 de septiembre de 2019; infractor por evadir la pensión alimenticia; en 2018 hizo campaña por la alcaldía de San Pedro, pidiendo voto exclusivo para él y Martha Erika Alonso Hidalgo, esposa de Rafael Moreno Valle Rosas, creador del PAN morenovallista.
Oaxaca Carreón, ha hecho correr el rumor de que San Pedro ya ha sido negociado por su patrón Ignacio Mier Velazco, de la misma forma que presumió que sería el coordinador estatal de la defensa de la cuarta transformación.
A ellos se han sumado “aspirantes” que lo único que persiguen es una posición de regidores o en cargos públicos administrativos. En la lista aparecen la inestable regidora Beatriz Pérez Fragoso, aduladora de Ignacio Mier; Joaquín Mexicano Michimani, gris presidente auxiliar de Momoxpan que apoyó a Lorenzini en 2021, sumándose en 2023, al mismo tiempo, a los proyectos de Julio Huerta e Ignacio Mier; José Luis Bolaños Saavedra, coordinador de los jóvenes con Mier, no ha hecho nada por la junta auxiliar Rafael Ávila Camacho; Claudio Rosas Cruz, eterno aspirante comparsa de Oaxaca; Edwin Iván Juárez Castillo, Gemma Gracián Atlatenco, Samuel Fermín Colex Almonte, Anayanzi Beatriz Cuautle Gómez, Ana Bertha Cervantes Munguía, que apenas los conocen en su casa; así como Geudiel Jair Jiménez Flores, hijo del exmagistrado Geudiel Jiménez Covarrubias y hermano de un presunto defraudador de terrenos e inmuebles que le ha dejado muchos millones de pesos.
Han firmado acuerdos de unidad entre ellos, por sus pistolas, haciendo a un lado a los serios aspirantes a contender por la candidatura de San Pedro, Rodolfo Herrera Charolet y Leticia Espinosa Figueroa, que han caminado, conformando comités municipales, son ampliamente conocidos y tienen cercanía real con la gente. Igualmente, han marginado a la diputada Tonantzin Fernández, advirtiendo que no es originaria del municipio; sin embargo, lo que no dicen es que la legisladora no tiene los antecedentes negros de los cabecillas del grupo Oaxaca-Lorenzini.
Creen que pueden sorprender a la dirigencia de Morena que lidera Olga Lucía Garci Crespo o al coordinador estatal de la defensa de la cuarta transformación, Alejandro Armenta o a la ciudadanía que ya conoce de la pata que cojean.
La historia de Oaxaca y Lorenzini da para mucho. Esto apenas es algo de un cúmulo de denuncias que tienen y atropellos que han cometido.
Los dos han prometido colocar a sus comparsas; para eso tienen que ganar la alcaldía.
Y mientras ellos ejecutan su plan, la presidenta municipal, Paola Angon y su hija Fernanda, pareja del panista Eduardo Alcántara Montiel, acusado de acoso sexual, se pelean por la candidatura del PAN.
Paola, quiere reelegirse para seguir abusando de los dineros del pueblo y Fernanda de la Barreda, encargada del DIF, dice que le toca a ella acarrear todo lo que pueda en los próximos tres años. No hay recato. Presumen la corrupción e impunidad, dando la impresión de que no existe la autoridad judicial.
La quita maridos, como los ciudadanos conocen a Paola, jura que ya convenció a la líder del PAN, Augusta Díaz de Rivera, de que ella es la mejor opción; mientras su hija Fernando dice lo mismo. Al final, todo quedaría entre familia. La ciudadanía, para ellas, no vale, lo que cuenta es el dinero y las influencias.
¡Qué desgracia!