Con más de 160 especies, México alberga más robles que cualquier otro país. Sin embargo, debido a las actividades humanas, algunos de estos se están volviendo raros y en peligro de extinción. Quercus brandegeei es uno de ellos, solo se encuentra en algunas localidades de Baja California Sur y en al menos cien años no se han establecido nuevas plántulas. Por esta razón, está incluido en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la red ambiental más grande y diversa del mundo creada en 1948.
Para garantizar su conservación, en el Jardín Botánico Universitario (JBU) de la BUAP se sembró un ejemplar de Quercus brandegeei de 40 centímetros de altura, a un costado de la Concha flotante. Se trata del primer ejemplar plantado ex situ en el país y el cual se suma a la colección viva de robles de este espacio institucional, con 50 especies, la más grande de este tipo en México.
Esta acción se deriva de la Campaña Mundial de Árboles, encabezada por Morton Arboretum, la UNAM y el Jardín Botánico de Vallarta, en la cual colabora la Máxima Casa de Estudios en Puebla.
Maricela Rodríguez Acosta, directora del Herbario y Jardín Botánico Universitario, expuso que hace dos años se recibieron 92 bellotas de esta especie, provenientes de seis localidades diferentes. De este lote, germinaron 40 plantas, por lo que se tuvo un éxito del 50 por ciento en este proceso. De este grupo se sembró el primer ejemplar.
El próximo año se plantarán 17 más, para sumar 18 en la zona de encinar del JBU. El resto será remitido a otros jardines botánicos para garantizar su diversidad genética y continuidad en caso de ocurrir alguna catástrofe que pudiera dañar a la especie, detalló Allen Coombes, curador del JBU, quien participó en la plantación del árbol en cuestión, al igual que Susana Valencia Ávalos, experta en encinos en México y académica de la Facultad de Ciencias de la UNAM.
Quercus brandegeei es un árbol de larga vida que sobrepasa los cinco metros de altura y se encuentra en lechos de arroyos rocosos que se llenan de agua después de la lluvia. Aunque existen árboles viejos, no hay árboles jóvenes y además esta especie no se está regenerando a partir de semillas. La causa se desconoce, quizá se deba al cambio climático o al ganado que come las bellotas y plantas jóvenes.
Entre más se pierda la superficie boscosa, menos posibilidades tiene un árbol de reproducirse, aunque produzca semilla, por lo que tiene que ser asistido. De ahí, la relevancia de esta Campaña Mundial de Árboles, refirió la doctora Maricela Rodríguez.
Por otra parte, la directora del JBU comentó que dado que Baja California Sur no tiene acciones de conservación, las plantas cultivadas en este espacio serán reintroducidos en la zona. Asimismo, indicó que se trabaja activamente en las técnicas de propagación y cuidado de las plántulas en el vivero, mismas que son germinadas y cultivadas en sustrato con nutrientes balanceados y un riego adecuado. “Esta acción contribuye a salvaguardar esta especie, la cual tiene una limitada distribución y puede desaparecer del planeta”.