A nivel mundial el cáncer es la segunda causa de muerte, con 8.8 millones de defunciones al año, en su mayoría de países con ingresos bajos y medianos. Por su alta prevalencia y mortalidad, la BUAP alberga diferentes grupos científicos dedicados a la atención de esta patología, la tercera causa de fallecimiento en México, con 222 decesos diarios.
En cuestión de investigación clínica sobre cáncer, en 2017 la Vicerrectoría de Investigación y Estudios de Posgrado (VIEP) financió siete proyectos enfocados a la generación de nuevos fármacos, identificación de blancos terapéuticos y marcadores biológicos, desarrollo de software y estudios psicológicos.
A este esfuerzo se suman las investigaciones de ciencia básica y aplicada efectuadas por las unidades académicas con recursos propios y externos. El objetivo: obtener un diagnóstico temprano, tratamientos eficaces y evitar la evolución de los tumores malignos más frecuentes que afectan a la población mexicana: mama, próstata, colon, pulmón, gástrico y cérvico uterino.
Insumos para fármacos
Mejorar el pronóstico de vida del paciente es el fin de los medicamentos desarrollados contra esta patología. Sin embargo, de 72 terapias aprobadas de 2002 a 2014, por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, estas sólo dieron 2.1 meses más de vida a los pacientes, en comparación con fármacos viejos, según un estudio publicado en JAMA Otolaryngology–Head & Neck Surgery.
Ante la preocupación de obtener medicamentos efectivas y reducir los costos de su producción, investigadores de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) diseñan nuevos fármacos anticancerígenos, a partir de compuestos de vanadio, menos tóxicos que las terapias actuales -quimio y radioterapia- y con una mayor actividad biológica para inhibir la proliferación de células malignas. Para ello, realizan simulaciones mediante química cuántica computacional, para conocer cuáles son los posibles medicamentos que pueden interaccionar con los blancos biológicos elegidos (receptores).
Otro equipo de científicos de la FCQ estudia los efectos farmacológicos de moléculas obtenidas de la planta Dioscorea mexicana, mejor conocida como cabeza de negro, y han encontrado que esta disminuye de forma significativa la división de células cancerosas.
Un grupo más de esta facultad realiza la síntesis y evaluación de nuevos agentes anticancerígenos selectivos, análogos de un compuesto denominado OSW-1 -el cual se extrae de la planta Ornithogalum saundersiae-, mismo que ha resultado hasta 100 veces más activo que otros compuestos empleados en quimioterapia, como el taxol.
Pruebas rápidas de detección
El 80 por ciento de las muertes por cáncer pudo haberse evitado con un diagnóstico y tratamiento tempranos. Ante ello, un grupo de investigadores y estudiantes de la Facultad de Medicina desarrolló una prueba de detección de cáncer de estómago en estadios tempranos, que brinda resultados en cerca de dos horas. Se trata de la primera prueba rápida para el diagnóstico de este tumor maligno, la cual se realiza a través de la técnica de laboratorio llamada ELISA.
La prueba, que utiliza sangre del paciente, logró detectar cáncer gástrico difuso (no diferenciado y de rápido crecimiento) e intestinal (el cual es diferenciado y lo padece la mayoría de los hombres).
Inhibir la metástasis
Siete de cada diez pacientes que llegan a las instituciones en donde se trata este mal ya se encuentran en etapa avanzada, llegando incluso a la metástasis (proceso en el cual las células del tumor primario invaden tejidos u órganos secundarios). Lo anterior, resta efecto a las estrategias terapéuticas, como la quimioterapia, radioterapia y tratamientos hormonales.
Para evitar la propagación de la enfermedad, investigadores del Laboratorio de Neuroendocrinología, del Instituto de Fisiología, describen las bases moleculares de la metástasis en cáncer de mama. En específico estudian la Transición Epitelio Mesénquima, en el que la célula se despega y adquiere la capacidad no sólo de moverse, sino de liberar ciertas proteínas a nivel extra celular, que le abrirán camino para ingresar a vasos sanguíneos y linfáticos, y así llegar a otros tejidos.
Entender qué pasa en ese microambiente tumoral y qué señal se genera para facilitar la Transición Epitelio Mesénquima, permitirá establecer algún blanco terapéutico o farmacológico para inhibir esa capacidad de metástasis.
Muerte puntual del tumor
Este padecimiento podría tener un tratamiento a bajo costo, con la muerte puntual del tumor en cuestión y sin dañar el tejido sano. Este es el objetivo de una investigación realizada en el Instituto de Fisiología, que utiliza un tratamiento conocido como terapia fotodinámica, para generar señales de muerte entre las células cancerosas.
En este trabajo, se estudia la participación de las conexinas en la propagación de las señales generadas desde las células sometidas a terapia fotodinámica. Para este fin, se emplean células derivadas de carcinoma de mama, próstata y pulmón, las cuales se incuban con un fotosensibilizador y posteriormente se aplica el estímulo luminoso -un rayo láser o led con un diámetro de entre una y cinco micras (una millonésima parte de un metro).
De esta manera, al incidir luz en una célula se activa la sustancia fotosensible y produce esta señal de muerte que viaja a la siguiente –sin ser irradiada-, y así sucesivamente para generar un efecto en cadena.
Con estos trabajos, la BUAP focaliza los esfuerzos institucionales en materia de investigación, desde todos los frentes posibles, para la atención de la salud de la población.