EL IMPARCIAL
IRÁN.-La relación entre Irán y Estados Unidos ha estado marcada por tensiones históricas, especialmente en torno al programa nuclear iraní. Recientemente, estas tensiones se han intensificado debido a las declaraciones del presidente iraní, Masoud Pezeshkian, y del líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, en respuesta a las propuestas y acciones del presidente estadounidense, Donald Trump.
Declaraciones del Presidente Iraní, Masoud Pezeshkian
El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, ha sido claro en su postura frente a las negociaciones con Estados Unidos. Según los medios estatales iraníes, Pezeshkian afirmó que Irán no negociará con Estados Unidos mientras reciba amenazas. En un tono firme, le dijo a Trump: “Haga lo que se le dé la gana”. Esta declaración refleja la resistencia de Irán a ceder ante lo que percibe como presiones y amenazas por parte de Washington.
Pezeshkian enfatizó que es inaceptable para Irán que Estados Unidos imponga órdenes y haga amenazas. “Ni siquiera negociaré con ustedes”, dijo, dejando claro que no está dispuesto a entablar diálogos bajo condiciones que considera coercitivas.
Postura del líder supremo, ayatolá Ali Jamenei
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, respaldó la posición de Pezeshkian y reiteró que Teherán no se dejará intimidar para negociar. Jamenei calificó a algunos gobiernos como “matones” y afirmó que su insistencia en las negociaciones no tiene como objetivo resolver problemas, sino imponer sus propias expectativas.
Jamenei señaló que las conversaciones propuestas por Estados Unidos no son genuinas, sino una estrategia para dominar y establecer nuevas expectativas más allá del tema nuclear. “Irán definitivamente no aceptará sus expectativas”, declaró, subrayando que Teherán no cederá a presiones externas.
Acciones de Estados Unidos bajo el mandato de Trump
Donald Trump, durante su primer mandato (2017-2021), adoptó una política de “máxima presión” contra Irán, que incluyó sanciones económicas severas con el objetivo de aislar a Irán de la economía mundial y reducir sus exportaciones de petróleo a cero. Esta política fue parte de una estrategia para forzar a Irán a renegociar el acuerdo nuclear, conocido como el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés), del cual Estados Unidos se retiró en 2018.
Trump ha expresado su disposición a llegar a un nuevo acuerdo con Irán, pero ha mantenido una postura firme, sugiriendo que las opciones para manejar a Irán son limitadas: o se llega a un acuerdo diplomático o se considera la opción militar para evitar que Teherán desarrolle armas nucleares.
Tras la retirada de Estados Unidos del JCPOA y la reimposición de sanciones, Irán ha incumplido progresivamente los límites establecidos en el acuerdo, acelerando su enriquecimiento de uranio hasta niveles cercanos al grado necesario para armas nucleares. Aunque Teherán insiste en que sus actividades nucleares tienen fines exclusivamente pacíficos, la comunidad internacional, incluyendo el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), ha expresado preocupación por la falta de transparencia y el avance del programa nuclear iraní.
Rafael Grossi, jefe del OIEA, ha advertido que el tiempo se agota para que la diplomacia imponga nuevas restricciones a las actividades nucleares de Irán. La situación se ha vuelto más urgente debido a la continua aceleración del enriquecimiento de uranio por parte de Teherán.