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Donald Trump, candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos, aún se encuentra asimilando tras el atentado que sufrió un mitin en Butler, Pensilvania, el pasado sábado 13 de julio, al que calificó como “una experiencia muy surrealista”, de la cual no debería haber salido con vida.
“Se supone que debo estar muerto”: Donald Trump
En sus primeras declaraciones después del tiroteo al medio estadounidense New York Post, el también expresidente norteamericano compartió su sentir de lo ocurrido.
De acuerdo con el empresario, de no haber girado ligeramente la cabeza para leer hacia la derecha para leer un gráfico, la historia sería otra.
Esa acción ocasionó que solamente terminara sin un pedazo de oreja y con la cara ensangrentada.
“Se supone que no debo estar aquí, se supone que debo estar muerto”.
Donald Trump, candidato republicano.
Misma conclusión a la que llegó el doctor del hospital donde lo atendieron al revisar al político. “El médico del hospital dijo que nunca había visto algo así, lo llamó un milagro”, relató Trump.
Asimismo, hizo hincapié en el trabajo hecho por los elementos del Servicio Secreto, quienes inmediatamente para protegerlo.
Los elementos de seguridad respondieron ante el tiroteo, localizando al tirador y dispararle hasta matarlo, sospechoso identificado como Thomas Matthew Crooks.
“Lo sacaron de un tiro justo entre los ojos. Hicieron un trabajo fantástico. Es surrealista para todos nosotros”.
Donald Trump, candidato republicano.
También aprovecho para hacer referencia a la foto que está convirtiéndose en icónica después de sufrir el disparo en la oreja.
La instantánea muestra al Trump con el puño alzado y la bandera de los Estados Unidos de fondo.
“Mucha gente dice que es la foto más emblemática que jamás hayan visto. Tienen razón y no morí. Normalmente, hay que morir para tener una imagen icónica”.
Donald Trump, candidato republicano.
Campaña de Biden da un vuelco por intento de asesinato de Trump
El intento de asesinato de Donald Trump ha puesto patas arriba la campaña de Joe Biden, obligándole a rebajar la intensidad de sus ataques, pero también le da tiempo para ocuparse de sus propios problemas políticos.
El llamamiento del presidente estadounidense a “bajar la temperatura” tras el tiroteo le priva, al menos por ahora, de su estrategia de atacar a su predecesor diciendo que es una amenaza para la democracia estadounidense.
Y eso pocos días después de que Biden intentara centrar su campaña en su rival republicano, tras semanas de agitación en el Partido Demócrata en torno a su edad y su salud a raíz de su mal desempeño en un debate contra Trump.
