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El rechazo a muchos de los artículos del paquete de reformas impulsadas por la coalición “Libertad Avanza” sucede en el marco de una grave crisis económica en Argentina.

Desde su creación, la “Ley Ómnibus” enfrentó el rechazo de diversos sectores de la población argentina incluyendo a los principales sindicatos del país sudamericano. La semana pasada se registraron enfrentamientos entre manifestantes adversos al paquete de reformas y policías antidisturbios en las afueras del palacio legislativo argentino mientras se discutía el proyecto de reformas en la cámara de diputados.

Tras el rechazo del paquete de reformas, el mandatario argentino Javier Milei tachó de “traidores” a los legisladores que votaron contra su proyecto de reforma. “Vamos a continuar con nuestro programa con o sin el apoyo de la dirigencia política que destruyó nuestro país,” anunció Milei a través de su cuenta de X, antes Twitter.

La “Ley Omnibús”, que daba impulso a la privatización de paraestatales y otorgaba poderes especiales al presidente de la república, será tratada en comisiones. La coalición “Libertad Avanza”, que Milei lidera, únicamente cuenta con 38 de los 257 escaños de la cámara de diputados del congreso argentino y 7 de los 72 curules en el senado, por lo que el gobierno de Milei tendrá que buscar acuerdos políticos con la oposición para avanzar su proyecto de reforma.

Manuel Adorni, el portavoz presidencial argentino, declaró que todas las herramientas constitucionales para avanzar el paquete de reformas están siendo evaluadas. “En algún momento la ley va a transformarse en realidad. Esto nos retrasa un montón de regulaciones y libertades (…) pero ese futuro va a llegar igual,” abundó.