Tayyip Erdogan, presidente turco firmó este 10 de julio un decreto dando la antigua Basílica de Santa Sofía en Estambul su condición de mezquita, esto ante el “pesar” que el mundo está pasando y las diferentes complicaciones que ha dejado en todos los ámbitos la pandemia
Dicha Basílica de Santa Sofía, construida hace 1.500 años fue convertido en museo, sin embrago, ante el decreto será abierta al culto musulmán, según la decisión del Consejo de Estado de Turquía, tras una demanda del movimiento islamista que reclama su reconversión en mezquita, tal y como funcionó durante el periodo otomano hasta que el padre de la Turquía laica, Mustafá Kemal Ataturk, decretó su conversión en museo.
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La UNESCO teme que esta decisión como uso de mezquita dañe las obras de arte que cobija, como sus centenarios mosaicos, que deberán ser cubiertos para el uso del templo por los fieles musulmanes. El organismo de la ONU ha recordado que, al ser Santa Sofía Patrimonio de la Humanidad, el Gobierno turco tiene obligaciones legales sobre la conservación del monumento.
Algunos ciudadanos opinan que dicho decreto se trata de una estrategia política para alejar el debate de los problemas que más preocupan a la población, como la crisis económica.