Cuando era pequeña fue violada por su primo, episodio que le provocó depresión, estrés postraumático y anorexia. Un día antes de su fallecimiento, Noa anunció su decisión en redes sociales:
Estuve deliberando por un tiempo si debería o no compartir esto, pero decidí hacerlo de todos modos. Tal vez esto sea una sorpresa para algunos, dado mis publicaciones sobre hospitalización, pero mi plan no es impulsivo. Tras años de luchar y pelear, estoy agotada. He dejado de comer y beber por un tiempo y, después de muchas discusiones y evaluaciones, decidí dejarme ir porque mi sufrimiento es insoportable”.
En su cuenta de Instagram, la joven pidió a sus seguidores y amigos no intentar hacerla cambiar de opinión.
En su autobiografía “Ganar o aprender”, habla de la batalla que libró contra estos padecimientos mentales. Con este libro buscaba incentivar a los jóvenes vulnerables a luchar por la vida.