Rusia hizo gala de su poderío bélico el martes con las pruebas de sus poderosos misiles durante un ejercicio militar en una isla en el Océano Ártico.
En un video difundido por el Ministerio de Defensa del gobierno ruso, se ven varios lanzamientos de misiles que, llamativamente, toman un giro de 90 grados tras ser disparados, y enfilan hacia sus blancos.
Se trata de los misiles supersónicos Oniks, que son usados para atacar barcos.
El ejercicio militar se realizó después que Moscú y Pekín exhibieran su alianza en contraposición a Washington, en las mayores maniobras militares en Rusia desde la caída de la Unión Soviética en 1991.
En los ejercicios que tuvieron como escenario vastos territorios de Siberia oriental y el Lejano Oriente ruso participaron cerca de 300,000 militares, más de un millar de aviones, helicópteros y drones, 36,000 carros de combate y otros vehículos blindados, además de 80 buques.
Junto con los soldados rusos, en las maniobras Vostok-2018 (Oeste-2018) tomaron parte más de 3,000 efectivos del Ejército Popular chino, un hecho sin precedentes en las relaciones entre ambos países.
Para sellar el acercamiento entre las partes, los responsables castrenses de ambos Estados se comprometieron a seguir reforzando los lazos bilaterales y a celebrar de aquí en adelante maniobras conjuntas de manera regular.
Son supersónicos, se llaman Oniks y son usados para atacar barcos de guerra.
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