Un informante alertó en 2013 a la dirección del mayor banco de Dinamarca de que familiares del presidente de Rusia, Vladimir Putin, y la agencia rusa de espionaje estaban utilizando su banco en Estonia para lavar dinero, según dijo el martes un periódico danés.
El diario Berlingske indicó que según un comunicado interno filtrado, la cúpula del Danske Bank sabía “de situaciones mucho más serias de lo indicado anteriormente”.
Danske Bank cerró en 2013 20 cuentas de clientes rusos después de un reporte de un informante alegando que su rama estonia podría haberse visto implicada en actividades ilegales, según el periódico. La identidad de los clientes se mantuvo en secreto en su momento.
El periódico compartió detalles de la trama con el Organized Crime and Corruption Reporting Project, un grupo de periodistas anticorrupción, y con el diario británico The Guardian.
The Guardian dijo que en la trama había participado otro grupo distinto de empresas como Lantana Trade LLP, la mayoría registradas en Londres, que presentaron “cuentas falsas”. El diario británico señaló que los propietarios de Lantana y otras sociedades relacionadas eran rusos, pero que “sus identidades estaban ocultas tras una serie de empresas gestoras en paraísos fiscales, con sede en las Islas Marshall y las Seychelles”.
No estaba claro cómo habían conectado los reporteros a los familiares de Putin y el Servicio Federal de Seguridad ruso con las transacciones.
Danske Bank dijo a The Associated Press que había emprendido “una investigación profunda para llegar al fondo de los sucesos en esa época en nuestra rama estonia”, y añadió que no haría más comentarios “hasta que la investigación haya finalizado”
“Además, no podemos hacer comentarios sobre clientes concretos, pero toda la cartera en cuestión (no residentes) se ha cerrado”, añadió el banco en un comunicado.
La entidad había reconocido antes que se produjeron transacciones ilegítimas en su rama estonia entre 2011-2014, incluidas tramas de lavado de dinero vinculadas a miles de millones de dólares procedentes de Azerbaiyán.
“Como hemos dicho antes, según lo que sabemos ahora, deberíamos haber hecho esto más rápido. Hoy tenemos un control muy diferente y más fuerte en Estonia”, añadió el banco.
Danske Bank cerró en 2013 20 cuentas de clientes rusos después de un reporte de un informante alegando que su rama estonia podría haberse visto implicada en actividades ilegales
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