Pero así ha sido. El candidato demócrata al escaño de Sessions, Doug Jones, se ha impuesto en las elecciones al republicando Roy Moore. Lo ha hecho por la mínima: apenas unos centenares de votos. Un punto porcentual. Pero, en un sistema político basado en la idea de que el ganador, no importa por el margen que sea, se lleva todo, es más que suficiente. Se trata de la primera victoria de un candidato demócrata al Senado en Alabama en 27 años.
Jones le debe la victoria a un periódico: The Washington Post. Ese medio de comunicación fue el primero en destapar las acusaciones de acoso sexual a menores de edad que presuntamente Moore llevó a cabo cuando tenía treinta y pocos años.
El candidato ha negado esas acusaciones. Y una organización vinculada al Partido Republicano, Project Veritas, ha tratado incluso de engañar al Washington Post con una mujer que se puso en contacto con el periódico para acusar falsamente a Moore de haberla dejado embarazada y de obligarla a tener un aborto.
El objetivo de Project Veritas era desprestigiar al diario con una noticia que después se revelara como falsa. Moore es un ultra conservador que atribuye los atentados del 11'S a lo que él llama "la sodomía", y que se opone a la separación entre religión y Estado.
Eso lo hacía casi un candidato blindado en Alabama. Hasta que llegaron sus escándalos sexuales. Las elecciones son una tremenda derrota para Donald Trump, que es prácticamente el único republicano de peso que no solo no ha cuestionado en ningún momento a Moore, sino que siempre le ha respaldado. También limitan la mayoría republicana en el Senado a un solo voto, lo que dificultará enormemente que ese partido logre sacar adelante sus proyectos legislativos.